Obelisco

El Obelisco, el mayor ícono de Buenos Aires, fue revestido en toda su altitud con una funda de tela con los colores de las banderas argentina y alemana, como adhesión a los 150 años de relaciones bilaterales.

"Esta iniciativa tiene como objetivo destacar la relación de amistad entre las dos naciones, fomentar el intercambio cultural y promover a la Argentina como destino turístico y a Buenos Aires como ciudad cultural, innovadora y creativa", informó la secretaría general del gobierno porteño.

El entelado del monumento y la inauguración en la misma Plaza de la República de una exposición de fotos de su construcción en 1936 habían sido previstos para el miércoles, pero el fuerte viento impidió "vestirlo" ese día y el acto inaugural pasó para las 18 de este jueves.

En las primeras horas de este jueves, durante la noche, técnicos y operarios desplegaron los más de sesenta metros de tela que cubren el monumento por los cuatro costados y ajustaban el nuevo sistema complementario de iluminación.

Los nuevos equipos lumínicos fueron donados por la embajada de Alemania y empresas de ese país como Allianz, Osram y Siemens, que apoyan la celebración.

El cónsul de Alemania en la Argentina, Félix Schwarz, que participaba este jueves en las tareas preparatorias, dijo a Télam que ésta quizá fuera la actividad más notoria de la celebración del sesquicentenario de las relaciones argentino-germanas, que son numerosas y se extienden todo el año en los dos países.

"Esta celebración se da en un momento en que las relaciones entre nuestros países son muy buenas, en todos los campos: político, cultural, científico", destacó Schwarz.

El cónsul recordó que en mayo en el estadio Monumental se enfrentaron River Plate y el equipo alemán Wolfsburgo, ante 30.000 espectadores, y que el Correo Argentino se apresta a emitir una estampilla conmemorativa con un bandoneon como motivo, un instrumento de origen alemán arraigado en la música argentina.

"Habrá también una publicación oficial, varios intercambios científicos y mucho intercambio cultural. También son frecuentes los encuentros políticos", enumeró.

Mencionó la reciente visita de la senadora Cristina Fernández a Berlín, con el canciller Jorge Taiana, así como poco antes la de la ministra de Defensa Nilda Garré.

Destacó que cinco grupos parlamentarios germanos visitaron la Argentina en los últimas semanas y dijo que probablemente en noviembre venga a Buenos Aires el ministro de Economía de Alemania.

"En la Argentina viven 40.000 ciudadanos alemanes pero un millón de argentinos tienen antecedentes germanos, algo que puede apreciarse claramente en algunas ciudades como Villa General Belgrano, en Córdoba, otras de Misiones y más", comentó el cónsul.

Schwarz fue el coordinador del proyecto "Corrientes 1066, Buenos Aires", la dirección virtual del obelisco que da nombre a una exposición fotográfica sobre la construcción del monumento que podrá visitarse este jueves y el viernes, de 10 a 20 en la mitad sur de la Plaza de la República.

El cierre de esta conmemoración será el viernes a las 19.30 con la actuación de la cantante Lidia Borda.

El Obelisco, proyectado por el arquitecto Alberto Prebisch, un argentino hijo de alemanes, fue erigido en el récord de 31 días por 157 trabajadores, en su mayoría venidos de Europa, de un grupo de empresas germanas encabezadas por Siemens.

El emblema de Buenos Aires, de 67,5 metros de altura, y una base de siete por siete, conmemora las dos fundaciones de la ciudad, en 1536 y en 1580, así como su designación como capital federal en 1880. Señala también el lugar donde se izó por primera vez la bandera nacional en la ciudad.

El hecho que marcó el comienzo de las relaciones argentino-germanas fue un tratado firmado en 1857 entre el gobierno argentino, presidido por el general Justo José de Urquiza, y el de Alemania, representado por el Rey de Prusia.

En intervenciones anteriores, en 1940 el grupo alemán Oriente hizo acrobacias sobre cables de acero extendidos desde las ventanas del Obelisco hasta terrazas vecinas, y en 1973 fue convertido en árbol de Navidad para lo cual un helicóptero le colocó una estrella de Belén en la cúspide.

En 1989, la compañía teatral Organización Negra montó sobre sus paredes el espectáculo de destrezas "La Tirolesa"; en 2002, el fotógrafo Spencer Tunik retrató a su vera a 450 personas desnudas, y en 2005 fue enfundado en un gigantesco preservativo en el Día de Lucha contra el Sida.