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Liga de Campeones

El Madrid cumple (2-2), pero el Valencia petardea (1-2)

El Madrid cumple (2-2), pero el Valencia petardea (1-2)

miércoles 03 de octubre de 2007, 15:55h
Buen resultado del Madrid en Roma con Van Nistelrooy goleador (2-2) y petardo del Valencia en casa ante el Chelsea (1-2)

Un Madrid irregular y con dos caras cumplió a secas en Roma, donde era favorito y pudo ganar, pero le faltó consistencia y se trae un empate (2-2), que tampoco es mal resultado de cara a lo fundamental, meterse en la siguiente fase de octavos de final de la Liga de Campeones.

Los errores en defensa condenaron a los blancos a empatar un partido en el que, sin hacer un gran fútbol, sí habían mostrado oficio y sobre todo eficacia ante la portería contraria para haber sumado tres puntos y allanado su camino hacia los octavos de final.

El Real Madrid no logró despejar las dudas que asolan su fútbol e incluso en ocasiones pareció mostrar cierta indolencia ante el marcador. Los resultados, no obstante, siguen acompañando a un equipo con dudas en su juego y en el que las individualidades tampoco asoman.

Los de Schuster disfrutaron de la posesión durante gran parte del partido, pero en zonas insulsas, y su circulación se resiente en exceso ante la 'ausencia' de Sneijder, que ya no parece ese centrocampista referencia de las dos primeras jornadas de Liga.

Sin una buena actuación del holandés, y un gris Guti, el Real Madrid careció de autoridad ante un Lazio peleón y sobre todo de argumentos ofensivos porque tampoco Robben asoma como ese extremo veloz y desequilibrante que se anunciaba.

Bajo ese panorama, un Real Madrid ramplón logró oro en una jugada afortunada a los ocho minutos. Un balón tropezó sobre la pierna de Van Nistelrooy y el cuadro madridista se adelantó en el marcador. Desde entonces controló el juego, pero el Lazio paulatinamente fue creyendo en la posibilidad de empatar.

En dos minutos de desajuste, Pandev falló un mano a mano con Casillas y Ledesma erró otra ocasión clamorosa. A la tercera fue la vencida y en el ecuador de la primera mitad empató Pandev, libre de marca, en el primero de los dos grandes errores defensivos de los blancos.

El guión se reprodujo en el segundo acto. Un Real Madrid abusando del balón, pero sin profundidad. Su circulación carece de velocidad, y está lejos de la fluidez del Barça, por lo que las ocasiones son más aciertos puntuales que fruto del sentido colectivo del juego.

Ya en la segunda mitad, Raúl fue el autor de esa acción individual que termina decantando los partidos. Con una gran asistencia sirvió el mano a mano para Van Nistelrooy, y el holandés, en un cursillo de definición, amagó a Ballota y le superó con una leve vaselina.

El Real Madrid cobró una ventaja que parecía definitiva porque el Lazio ya no se desplegaba como en la primera parte, y ahora el fútbol control de los blancos sí le servía para finiquitar el partido. Pero quedaba todavía un error que anotar en la cuenta de los madridistas.

Un pase de Cannavaro y una pérdida de Guti permitían a Pandev empatar el partido con una disparo desde la frontal, y dejar un sabor agridulce a los blancos, que acariciaron el triunfo, pero que fueron demasiado bondadosos en defensa y todavía deben sumar puntos y juego para ganar la credibilidad que están despilfarrando partido a partido.

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