Congreso: los que se van y ya no volverán

"Entre los que no van a estar porque o no quieren repetir o se les retira de las listas y los que no van a ser elegidos se van a caer unos 80 diputados". Así lo reconoce a este periódico un diputado socialista con varias legislaturas a sus espaldas. Pero, ¿qué está ocurriendo en la elaboración de las listas? "Bueno, mirad el BOE con los ceses de altos cargos cuando se forme el nuevo Gobierno [presumiblemente del PP] y cotejar esa lista con la de los nuevos diputados del Grupo Parlamentario Socialista. Entenderéis muchas cosas".

          Algunos diputados no irán porque están 'cansados' -o los 'han cansado' con tanto navajeo-, como el catalán Jordi Pedret Grenzner, que se va después de seis Legislaturas -24 años de parlamentario- a sus espaldas; otros porque no admiten 'cuneros' con sello de imposición rubalcabesca, como el zamorano Jesús Cuadrado, a quien le han metido con calzador al actual ministro del Interior, Antonio Camacho; otros, en fin, como el vallisoletano Jesús Quijano porque están hartos de ver como se degüellan entre sí por un puesto 'de salida' en un momento muy difícil para obtener escaño.

          A ninguno de ellos se les verá recorrer de nuevo los pasillos de los pasos perdidos en la X Legislatura, pero tampoco al actual presidente, José Bono, que ya le ha dicho a Rubalcaba que no cuente con él. Y, desde luego, tampoco estarán Zapatero ni Elena Salgado, si es que la vicepresidenta y actual diputada por Cantabria cumple su primera palabra y se va de verdad, como dijo que haría.

          Otros, se han cansado de verdad, y de verdad que no repiten. Como el diputado sevillano Antonio Cuevas, fundador de Nueva Vía, la que encumbró increíblemente a Zapatero en el año 2000, y también le acompañan por la vía del retiro el ex ministro Miguel Ángel Moratinos, los independientes Antonio Gutiérrez -muy crítico con el último coletazo del zapaterato- y Mercedes Cabrera, a los que hay que sumar al ex ministro Mariano Fernández Bermejo, que fue por Murcia en 2008 y que se ha cansado de ver cómo se han quemado todas las naves -como las de Hernán Cortés, en México, o en más allá de Orión, como en Blade Runner- y lo blanco se ha vuelto negro.

          En total, se calcula que 40 diputados de los 169 que actualmente tiene el PSOE no serán llamados a puestos de salida en las listas para las elecciones del 20 de noviembre. Sus lugares serán ocupados por caras nuevas; por las caras de los que, previsiblemente, serán cesados en el BOE a partir del 22 de diciembre, fecha en la que, según ha sabido Diariocrítico de fuentes solventes, los nuevos ministros -presumiblemente, del PP- jurarán sus cargos ante el Rey. Un parlamentario define esta peculiar forma de Rubalcaba de elaborar listas con la siguiente frase afortunada: "Es una estrategia de intriga y de subsidio". Nunca una frase fue tan explicativa en sí misma.

          Pero eso no es todo. De los que se presenten, las encuestas internas que se manejan hoy por hoy dicen que el PSOE podría perder no menos de 40 diputados. Es decir, que Rubalcaba obtendría, en el mejor de los casos, los mismos o parecidos resultados que Joaquín Almunia en el año 2000: unos 125, diputado más, o diputados menos. Es decir que 40 que 'ya' no irán y otros 40 que no saldrán, la renovación en el PSOE es casi total.
 
El curioso caso de Gabilondo
 
          En este curioso proceso, caso extremadamente curioso ha sido el del ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Alguna lumbrera del 'aparato' le dijo que iría de número 2 por Guipúzcoa. El ministro -nos dicen- aceptó-. Otro 'lumbrera' pensó que al ministro del Interior, Antonio Camacho, había que colocarlo y que había que hacerlo de número 2 por Valencia. Y un tercer 'lumbrera' dijo, ¡tate!, que por Valencia va por el PP el azotador Ignacio Gil-Lázaro y le va a sacar día sí día también los asuntillos de Interior -el Faisán puede que ya no, al revocar la Audiencia Nacional el procesamiento de los imputados Pamiés, Ballesteros y García Hidalgo, pero sí otros asuntos, que en ese Ministerio siempre los hay-.

          Total que un cuarto 'lumbrera' decidió que Asunción fuera por Zamora y que por Valencia podía ir Gabilondo. Total, ¿qué más daba? Pero no daba igual, y dicen que el de Educación se quedó lívido y los mandó a practicar artes culinarias con sartén y espárragos.

          En otros grupos no parece pasar lo mismo. Por ejemplo, en el PP, que van de 'sobraos': hay en ellos quien sueña incluso con mayoría más que absoluta, 'absolutísima'. Y en el resto, algunos se van porque se retiran de verdad: por alcanzar la edad de jubilación, como el peneuvista José Ramón Beloki.

          Mucho 'cara nueva' para un nuevo Parlamento.