"Libertad". Fue el grito más
repetido por los aficionados barceloneses que, apoyados por otros del
resto de Cataluña y del resto de España, casi llenaron la
Monumental en su penúltima función de su historia.
El festejo, que fue excesivamente triunfalista en cuanto a trofeos cortados, también fue reivindicativo desde horas antes de su inicio en los alrededores del coso -incluido un minoritario grupo de antitaurinos-, dejó en cualquier caso un buen sabor de boca a sus asistentes.
Junto a un gran número de pancartas en los tendidos pidiendo la derogación de la prohibición de las corridas a partir de 2012, proliferaron los gritos con vivas a la Fiesta Nacional e incluso a España. PP y PxC, este último con frases racistas ("Prohíben los toros... para traernos los moros"), aprovecharon para hacer proselitismo a la caza y captura del voto de cara al 20-N.
Se lidiaron toros de la ganadería
comercial de
Núñez del Cuvillo, que resultaron bien presentados,
flojos y nobles, excepto el peligroso cuarto.
Morante de la Puebla,
que había tenido silencio y bronca, pidió el sobrero de Juan Pedro
Domecq, con el que bordó el toreo y al que cortó las dos orejas.
El
Juli, poderoso y ortodoxo, tuvo un balance de dos orejas y oreja. Y
Manzanares, con calidad y empaque, cortó cuatro orejas. Al final del
festejo los tres toreros, con una senyera pidiendo libertad por
delante, salieron a hombros y así fueron llevados por las calles de
Barcelona hasta sus hoteles.
La especie de 'Minisemana Trágica' ya ha vuelto a Barcelona. Pero sólo para los aficionados a los toros, que este sábado y domingo asisten muy posiblemente por última ocasión a festejos en la Monumental, a su vez último reducto de lo que otrora fuera brillante Cataluña taurina. Al menos, y a la espera de que el recurso al Constitucional prospere, esta postrera Feria de la Mercé reúne en su cartelería a 6 figuras, 6, para hacer el paseíllo este sábado y domingo históricos.
Históricos en diferentes formas. Trágica para los aficionados a la Fiesta, en gran número llegados no sólo de Cataluña y el resto de España, sino también de países taurinos e incluso de no taurinos. Magnífica para los antitaurinos, que se han salido con la suya y con su ILP han logrado que el Parlament prohibiera las corridas a la par que protegía los tradicionales 'ciorre bous'.
El caso es que este sábado, en el prólogo de la corrida de mañana con el 'sumo sacerdote'
José Tomás, tantas veces triunfador en 'su' plaza de Barcelona, se ha celebrado, con cartel de lujo, el penúltimo festejo, que reunía a tres mandamases del escalafón, tres máximas figuras de la tauromaquia actual quienes pisaron por última vez la arena de la Monumental para lidiar un encierro de Núñez del Cuvillo. Julián López 'El Juli', José Antonio 'Morante de la Puebla' y José María Manzanares, terna de coletudos de la línea artística y componentes del denominado G-10 en defensa de la Fiesta.
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