Los 'sin escaños' recaban avales para poder presentarse a las elecciones

"Pedid y se os dará", rezaba el Evangelio. "Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar", dice el refranero. Y en la épica lucha entre Evangelio y refranero, el pragmatismo (¿picaresca?) del castellano ha superado a la religiosidad del arameo. Total, que los del Movimiento 15-M, que pedían entre otras cosas apertura y limpieza política, han sido doblemente burlados por los políticos, que introdujeron una importante modificación en el artículo 169.3 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General.

A saber: Los partidos, federaciones o coaliciones que no hubieran obtenido representación en ninguna de las Cámaras en la anterior convocatoria de elecciones necesitarán la firma, al menos, del 0,1 % de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección. Ningún elector podrá presentar su firma a más de una candidatura.

Es decir, que, por ejemplo, Juantxo López de Uralde, el líder de Equo, tendrá que presentar a nivel nacional un total de 33.867,85 firmas si quiere concurrir a los comicios del 20 de noviembre, aniversario de la muerte de Franco y del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera. Juantxo y su segunda por Madrid, Inés Sabanés, han sido amablemente invitados este martes por los policías a abandonar las puertas del Congreso, donde habían instalado una mesa peticionaria. Pero los mismos males que aquejan a Equo traen de cabeza al Partido Aragonés, o a  la Chunta Aragonesista que tan honestamente estuvo representada por el inolvidable José Antonio Labordeta, pero que en 2008 quedó fuera del arco parlamentario.

Equo y PACMA (Partido Antitaurino contra el Maltrato Animal) han sido este martes los primeros en lanzarse al ruedo de pedir limosna firmística para poder siquiera tener plaza en los colegios electorales el 20 de noviembre. Armados de boli y papel oficial, asaltan a cuanto transeúnte encuentran para pedir que les avale para su presentación al Congreso y al Senado. Ahora bien, con el debido cuidado de no repetir firma, porque quien avale a Equo no puede hacer lo propio con PACMA, y viceversa.

Es la perfidia de la nueva ley, que lejos de acabar con la injusticia que supone que un partido con la mitad de votos que otro obtenga, sin embargo, el doble de diputados avanza en diferencias: siempre ha habido ricos, siempre ha habido pobres y siempre ha habido clases. Es una obviedad.

De Equo no podemos saber el resultado, porque es virgen en confrontaciones electorales, pero del resto de los extraparlamentarios -los 'sin papeles' de la política española- sí podemos hacer alguna comparación. Por ejemplo, PACMA, que en las elecciones de 2008 obtuvo a nivel nacional 44.795 votos (0,13 % del censo), y que, por lo tanto, es presumible que logre los 33.867,85 avales que los nuevos censores le exigen para poder concurrir el 20-N.

Lo mismo que PACMA, la Chunta Aragonesista, que obtuvo 38.202 votos y que es de suponer que, al menos, existirá una pequeña fidelidad (o no), o el Partido Aragonés, con 40.054 votos en 2008. Rebasan la frontera impuesta ahora en la LOREG, una frontera que te hace ser 'legal' o quedarte mirando las urnas con cara de tonto.

Pero, ¿ocurrirá lo mismo con Lucha Internacionalista, que en 2008 obtuvo 722 votos? ¿O con el Frente Español, que alcanzó la cifra de 1.539? ¿O con el Partido Carlista, al que votaron 1.956 personas? ¿O con la ultraderechista Alternativa Española, que obtuvo 7.300, por no hablar de Falange Auténtica, que alcanzó la cifra de 4.607?

Al atraco del aval, es la única solución.