Ésa es la pregunta: ¿se trata de otro juego de la banda terrorista ETA de cara a la galería y al entorno internacional, buscando apoyos y legitimidad, o más bien estamos ante una escenificación del compromiso definitivo por el abandono de la violencia? Si bien los últimos tiempos en ETA señalan a que estas vías políticas han sido su solución para sobrevivir al acoso policial, todos recelan de sus verdaderas intenciones. Mientras tanto, se espera un comunicado de la banda que sirva como fin de su acción armada.
Llegó el día. Nació y se anunció hace relativamente poco tiempo, pero ya es la conferencia más famosa y relevante en el panorama político nacional. Se le ha puesto el nombre de 'conferencia de la paz' y algunos la llaman 'conferencia para el fin de ETA'. Se celebra en San Sebastián y está organizada por el movimiento vasco Lokarri y el Grupo Internacional de Contacto, que lidera el abogado sudafricano Brian Currin. Trata de lograr una resolución que reclame a ETA el cese definitivo de la violencia. Los organizadores de la conferencia, a la que asisten la izquierda abertzale, el PNV y el PSE, esperan una respuesta positiva de la banda a la resolución que salga aprobada. Por el contrario, el PP y las asociaciones de víctimas desconfían de esta iniciativa.
La gran duda es si realmente forma parte de un guión ya escrito por la banda y su entorno, reclamando apoyos internacionales a cambio de dar la imagen de que se han abandonado todas las intenciones violentas de ETA y su colectivo social para dar una única salida a sus reivindicaciones independentistas a través de vías políticas y que éstas sean legalizadas o no pasen a la ilegalización, como son los casos de Bildu o la nueva Amaiur.
Avales internacionales
La conferencia está avalada por 4 fundaciones internacionales especializadas en la resolución de conflictos, y numerosas personalidades como el ex secretario general de la ONU Kofi Annan; los ex primer ministro de Irlanda, Bertie Ahern, y de Noruega, Gro Harlem Brutland; el ex ministro francés de Interior Pierre Joxe, y Jonathan Powell, ex jefe de gabinete del ex primer ministro británico Tony Blair, a quien representará en el foro.
Una idea de 2009 para volver a negociar con el Gobierno
La prensa apunta por su parte a que según un documento incautado a ETA en 2009, del que se hacen eco los diarios 'El Mundo' y 'La Razón', un grupo de etarras propuso a la izquierda abertzale la celebración de una conferencia de paz como "abrelatas", como una primer parte del futuro proceso negociador. En ese documento, los etarras destacaban que "la agenda y, especialmente, la resolución de la conferencia tiene que estar pactada previamente entre la izquierda abertzale, el PSOE y observadores internacionales". Y no sólo la resolución, sino el "orden de acontecimientos básicos" -treguas, legalizaciones y sucesión de comunicados- para asentar el proceso de negociación.
El PSE, criticado por estar presente
El presidente del Gobierno vasco, el socialista Patxi López, afirmó que respeta "mucho" la conferencia, pero le quitó importancia y la enmarcó en la necesidad que tienen la izquierda abertzale y ETA de escenificar sus pasos hacia el final del terrorismo. "La democracia y los demócratas no hemos necesitado conferencia alguna para derrotar al terrorismo", afirmó el lehendakari desde Nueva York. Y añadió que "si a ETA y a sus entornos les hace falta para escenificar su final definitivo, quiero decirles que aprovechen esta oportunidad de verdad para poner el punto final".
En opinión del vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, los invitados al encuentro "no tienen ni puñetera idea de en qué país se encuentran ni qué tipo de conflicto se ha vivido". Pons señaló que las conferencias de paz se celebran "en los conflictos en los que hay dos bandos en guerra", y en España lo que ha habido es "un bando que ha puesto terroristas y otro, el de todos, incluidos todos los vascos, que ha puesto víctimas".
Las asociaciones de víctimas desconfían de que la conferencia sirva para acabar con el terrorismo de ETA y siguen reclamando un final de la banda con "vencedores y vencidos". "Nuestra paz llegará con la derrota de ETA", afirma Irene Villa, a la que un coche bomba estuvo a punto de matar en Madrid hoy hace 20 años. "El Gobierno nos arrincona por ETA", afirma en declaraciones a 'El Mundo'. "Lo triste es que en España prescriben los asesinatos, pero lo que no prescribe es el dolor de las víctimas", añade.
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