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¿Habrá eurobonos si hay convergencia fiscal?

Francia y Alemania se preparan para modificar la soberanía de la UE hacia la unión fiscal

Francia y Alemania se preparan para modificar la soberanía de la UE hacia la unión fiscal

jueves 24 de noviembre de 2011, 15:19h
Ha tenido que temblar Alemania ante la posibilidad de no obtener financiación barata con sus emisiones de deuda para que el pulso de Merkel con el resto de Europa y los mercados contemple otras opciones para solucionar el temporal de deuda, recesión y desconfianza en el que nos hemos metido. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha anunciado que su país y Alemania presentarán en los próximos días una propuesta común de modificación de los Tratados de la Unión Europea. "Somos conscientes de la gravedad de la situación y buscamos los mismos remedios", declaró Sarkozy al término de una reunión mantenida en Estrasburgo con la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Mario Monti este miércoles. La posibilidad de emitar eurobonos como medio de respaldar la deuda de los países en crisis sigue siendo rechazada por Merkel, pero su postura empieza a cuestionarse también, sobre todo si avanza la convergencia fiscal que parece que se plantean ahora.
Francia, cada vez más alejada de las tesis de Alemania sobre el papel a jugar por el Banco Central Europeo, sigue pensando que los tratados europeos permiten una intervención masiva del BCE en el mercado secundario. París cree que el Banco Central debe ser el prestamista de último recurso, y que solo eso puede ayudar a resolver de forma rápida la crisis de la deuda soberana. Pero la canciller alemana lo ha atajado rápidamente: "Los eurobonos harían que los distintos umbrales de tipos se equilibrasen y esto no sería buena señal. Lo que hay que hacer es encontrar la confianza para volver a la situación anterior a la crisis". Una afirmación que revela lo evidente, el miedo de Alemania a perder el papel de marco de referencia que juega su bono de deuda a diez años como comparativa de la solvencia del resto de deudas europeas.

Pero Sarkozy en este punto al menos, continúa, a pesar de que da una de cal y una de arena en sus declaraciones, sin estar tan a la par con su aliada germana: "Hemos podido hablar de todas las propuestas y no es útil que se propongan los eurobonos sin hablar de la gobernanza, es todo un conjunto. Presentaremos las medidas en los próximos días", concluyó Sarkozy al referirse a la negociación para transformar los tratados europeos, para después reconocer que el papel del BCE está bien como está. Sobre este punto el primer ministro italiano Monti ha aseverado que "debemos unirnos hacia una unión fiscal para dar estabilidad a la zona euro, como dice Merkel. Los bonos podrían contribuir, pero hay que llegar a una unión fiscal".

La reforma no incluirá cambiar el mandato del Banco Central Europeo (BCE), limitado exclusivamente a controlar la inflación por debajo del 2% y no a comprar la deuda de los países socios ni estimular el crecimiento. Merkel incidió en ello y en su rechazo sobre los eurobonos: "no se trata de dar algo y obtener una contrapartida, mi postura respecto a ayer no ha cambiado".



A por la Unión fiscal

Así que Merkel ha ganado este asalto si los mercados lo permiten. Pero, ¿cómo llegar a esta unión fiscal con más integración política? Merkel y Sarkozy han anunciado que presentarán una propuesta para reformar los tratados. El texto se hará llegar al resto de socios europeos antes de la próxima cumbre del 9 de diciembre con vistas a que todo el mundo conozca antes de la cita los planes del eje franco-alemán, que ha recuperado cierta unidad tras la reunión de hoy.

Prueba de ello ha sido el rechazo expreso de Sarkozy a hasta la que esta mañana era una de sus soluciones para atajar la presión en los mercados, acoso que Francia está empezando a sentir en los talones. "El BCE no está en el debate y hay que dejar de hablar para bien o para mal del instituto emisor, porque es independiente", ha reconocido un Sarkozy a la contra. De hecho, ha llegado a justificar este cambio de opinión al asegurar que el objetivo es "tomar una decisión". "Podemos ser cabezones o dar un paso atrás", ha añadido el jefe del Ejecutivo francés antes de comentar: "Francia tiene una cultura y Alemania otra, intentamos entendernos lo mejor posible y hablo todos los días con la señora Merkel. Pero, ¿de verdad creéis que eso significa que estamos de acuerdo en todo? Ójala", se ha respondido.

"Creemos en un euro fuerte estable que sea apreciado como moneda estable en todo el mundo y vamos a hacer lo imposible por defenderlo. Eso implica que tenemos que tener más confianza recíproca y colaborar mucho más estrechamente entre los países del euro", ha declarado, por su parte, Merkel. Por este motivo, ha añadido, van a hacer "una revisión de los tratados que integrará a los países del euro en una unión fiscal con más integración política". Entonces, todo lo demás se desdramatizará y no hará falta hablar ni de ampliar el papel del BCE ni de los erubonos.

Sobre esta medida, que ayer fue defendida desde Bruselas por la Comisión con críticas directas a la propia Merkel, la canciller se ha mostrado inamovible. "Aprecio los proyectos de la Comisión sobre la disciplina fiscal pero los eurobonos tienen un problema". Según ha explicado estos bonos de la estabilidad, tal y como los bautizó ayer el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durão Barroso, "igualarían las tasas de interés de todos los países y eso nos impediría saber dónde están los problemas". "Antes de la crisis, todas las tasas estaban en el mismo nivel y si hacemos las cosas bien el mercado las volverá a igualar", ha defendido.

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