La columna de Gema Lendoiro: "Urdangarín, de los que... porque yo lo valgo"

Si los hechos son como se están contando, si lo que está trascendiendo a los medios es verdad y si, finalmente, el duque de Palma es imputado primero y condenado después, el Rey puede empezar a pensar que todos los esfuerzos que ha hecho en estas últimas tres décadas como monarca y las anteriores como príncipe no han servido para nada.Y no me quiero ni imaginar los gritos que deben de andar chocando contra las paredes de la Zarzuela. Que Dios les pille confesados a todos los que ahí trabajan.

Nada hay que los españoles en particular y el mundo en general perdone menos que la avaricia, la codicia y la ambición sin freno. Un lío de faldas es más fácil de justificar. A la infanta Cristina le hubiera roto más el corazón pero hubiera sido mucho mejor para la imagen de la corona...puestos a imaginar un escándalo más en la familia. Pero no, resulta que a tenor de todo lo que va saliendo, Iñaki era el más "listo" de todos. Y para demostrarlo llevó a cabo una carrera meteórica que, de no haber estado casado con doña Cristina, no hubiera pasado de director de algún departamento de Telefónica.

Seamos honestos. En un mundo donde cuesta tanto conseguir las cosas, donde nadie regala nada, donde los puestos se consiguen a base de esfuerzo, en España nos seguimos llevando por la soberana gilipollez de contratar a gente con apellidos ilustres que, suponen algunos, eso dará caché. Si no se lo creen, yo se lo confirmo; en el mundo de la moda, sin ir más lejos, abundan las duquesas, marquesa o mujeres casadas con y con apellidos ilustres que ejercen de monas anfitrionas para dar la cara. Normalmente con buenos sueldos y, por supuesto, con un buen equipo detrás que les saque las castañas del fuego porque suelen meter la pata y bastante. Son las reinas del fenomenal, ideal y todo está genial. El trabajo duro está en la trastienda y muchos veces está remunerado con 1300 euros al mes brutos con jornadas de catorce horas. No les estoy contando una milonga. Esto sucede, es la España más real de la que puedo hablar.La conozco y la he padecido. No les estoy contando historias para no dormir.

Pensaba servidora que eso en otras esferas, digamos más altas, no sucedía. Más que nada porque departamentos de alta ingeniería financiera necesitan gente con buenas cabezas que saquen adelante proyectos y que estos se conviertan en rentables y no me imagino yo en esas lides a ninguna de las rubias marquesas de la moda diciendo las estupideces de turno. Pero estaba equivocada, parece ser que eso es lo que conseguía el duque de Palma pero no a base de talento per se, sino más bien porque, tal y como ha trascendido "Por el hecho de estar yo, va a entrar todo el mundo, el primero la Caixa" Si esta frase es cierta, si se confirma que él la decía para convencer a los clientes, la culpa no es de él, sino de quién contrata sus servicios por semejante argumento de peso. De confirmarse esto se demostraría, de nuevo, que en España somos todavía gilipollas y por eso nos va como nos va. Que estamos todo el día despotricando contra la monarquía pero nos presentan a un Borbón y le hacemos un pasillo para que pase sin ensuciarse.Y algún baboso hasta le hará la genuflexión pensando que eso es lo que ha de hacerse a un Borbón y no al Sagrario.

Si todo lo que ha sucedido con Iñaki hubiese pasado con empresas privadas, no es que tendría un pase es que, directamente sería problema de sus accionistas si es que los tiene. Pero es que esto ha sucedido con el dinero de todos (Baleares, Valencia) y, francamente eso es lo que más me cabrea. Y me da igual quien haya sido el político de turno que haya hecho caso de semejante frase absurda atribuida al duque, lo que verdaderamente es sangrante no es que este muchacho diga eso, lo que es terrible es que existan políticos que traguen con esa gilipollez y suelten el dinero de los contribuyentes para que él y otros se sigan enriqueciendo a costa de varios bobos de bandera que babean en cuanto se les pronuncia la palabra duque. Y más sabiendo el momento de crisis que estamos padeciendo desde hace ya cinco años.

Y no nos va peor porque Dios no lo quiere. Manda narices con lo idiotas que seguimos siendo en este país. No nos va peor porque hay un montón de abuelas rezando que si no...Sólo espero que esto sea investigado hasta el final y si resulta culpable que pague como cualquier hijo de vecino. Y si resulta inocente prometo escribir una columna pidiendo mis disculpas.