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Quieren un nuevo tratado para marzo de 2012

Merkel y Sarkozy quieren un impuesto de sociedades armonizado en la zona euro

Merkel y Sarkozy quieren un impuesto de sociedades armonizado en la zona euro

miércoles 07 de diciembre de 2011, 18:12h
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana Angela Merkel, han enviado una carta al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en la que plantean el objetivo de conseguir un nuevo Tratado de la Unión Europea para marzo próximo, donde se especifiquen las nuevas normas disciplinarias en materia económica y presupuestaria de la zona euro. Los dos mandatarios quieren así fijar su posición de cara a la cumbre que comienza el jueves a las 19h30 en Bruselas, con una cena, y que continuará el viernes bajo la amenaza de proseguir el tiempo que sea necesario para lograr una solución definitiva para la estabilidad del euro.
"Ni Nicolas Sarkozy ni Angela Merkel abandonarán la mesa de negociaciones de esta cumbre sin un acuerdo potente", ha afirmado el ministro francés de Finanzas, Francois Baroin. La reunión se espera larga pues toda Europa se encuentra bajo presión debido a la amenaza de la agencia de calificación Standard&Poors de rebajar la categoría de 15 países, incluida Francia y Alemania, tocando la línea de flotación del ya insuficiente fondo de rescate del euro.
"Creemos que hay que actuar sin demora. Debemos tomar las decisiones necesarias en el Consejo Europeo próximo a fin de que las disposiciones del nuevo tratado puedan estar listas en marzo de 2012", señala la carta de los dos responsables europeos dada a conocer en Bruselas a la prensa.

La misiva, enviada después de que Van Rompuy remitiera la suya incluyendo la posibilidad futura de crear "eurobonos", se centra en la necesidad de "fortalecer la arquitectura de la Unión Económica y Monetaria más allá de las medidas necesarias y urgentes para una solución inmediata de la crisis" y no menciona, pero tampoco rechaza la comunitarización de la deuda de los Estados miembros.

Las medidas que prevén, expuestas durante la rueda de prensa conjunta ofrecida por Sarkozy y Merkel en Paris, se consideran cruciales. "Creemos que esto es esencial para la credibilidad y la confianza en el futuro de la unión económica y monetaria", señalan.

A juicio de Merkel y Sarkozu, la crisis actual ha demostrado claramente las deficiencias de la arquitectura de la Unión económica y Monetaria  por lo que debe añadirse a la moneda única un pilar económico sobre la base del fortalecimiento de la gobernanza para garantizar la disciplina presupuestaria, un mayor crecimiento y mayor competitividad. "Para lograr estos objetivos, necesitamos una renovación del contrato entre los Estados   miembros de la zona del euro", plantean, usando los mismos términos que lo hizo en su día el presidente del BCE, Mario Draghi, hablando de un nuevo "pacto fiscal".

Las reglas que proponen son "más vinculantes y más ambiciosas" para los Estados miembros de la zona del euro que las actuales "porque tener una moneda única implica compartir responsabilidades dentro de la zona del euro en su conjunto".  Aunque consideran que estas decisiones tienen que ser tomadas por los 27, si no se logra el acuerdo, amenazan con que los Estados miembros del euro seguirán adelante en solitario. "En este caso, nos aseguraremos de que los Estados miembros están dispuestos y son capaces de participar, y que las instituciones europeas desempeñen un papel importante", advierte la misiva.

En el apartado que denominan "Una arquitectura institucional fortalecida", los dos líderes europeos prevén la celebración de cumbres regulares (por lo menos dos veces al año) de los Jefes de Estado y de Gobierno de la zona del euro, con un presidente permanente, en las que se establezcan las orientaciones estratégicas para las políticas económicas y fiscales en la zona del euro. Eso sí, durante el tiempo que continúe la crisis esas cumbres del euro deberán celebrarse una vez al mes y cada una deberá centrarse en una agenda específica en materia de gobernanza y políticas para mejorar el crecimiento, la competitividad y la estabilidad fiscal.

 Asimismo, se celebrará una reunión del Eurogrupo a nivel ministerial para  preparar las cumbres. Se reforzará su estructura para preparar y enriquecer las decisiones y la operativa, de manera "plenamente compatible con la arquitectura institucional de la UE". En la carta, Merkel y sarkozy reafirman su compromiso con la plena participación de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, así como de los parlamentos nacionales, pero en realidad el sistema que propugnan es crear un directorio fuera de los órganos europeos para esquivar las reglas de la unanimidad.

En segundo lugar, el eje franco-alemán hace hincapié en la necesidad de crear "Un marco para la prevención mundial", con el objetivo de detectar y corregir las políticas económicas y fiscales que "no son saludables", mucho antes de que se conviertan en una amenaza para la estabilidad en la zona del euro.  En ese capítulo, se incluye la inscripción en la legislación nacional, de preferencia a nivel constitucional o equivalente, del objetivo de lograr un presupuesto equilibrado y del cumplimiento de los requisitos del Pacto de Estabilidad y el crecimiento.

En este nuevo esquema, el Tribunal Europeo de Justicia, a petición de la Comisión o un Estado miembro, tendría la posibilidad de verificar la aplicación del Pacto en el marco jurídico nacional y de la aplicación por parte de los parlamentos nacionales de las recomendaciones adoptadas a nivel europeo.

Sobre la base de la cooperación intergubernamental, Francia y Alemania  quieren un progreso más rápido en áreas específicas tales como regulación financiera, mercado de trabajo, convergencia y armonización de la base imponible para el impuesto de sociedades. Asimismo, reiteran su apuesta por la introducción de un impuesto sobre las transacciones financieras o políticas de apoyo para el crecimiento.

Para completar la vertiente preventiva del Pacto y, en particular, para lograr el objetivo de equilibrio presupuestario, un nuevo procedimiento automático se desencadenará para corregir cualquier violación de la regla del déficit. Asimismo, los dos mandatarios quieren incluir en el Tratado el paquete de seis medidas que refuerza el control presupuestario, incluido el procedimiento por deuda superior al 60% del PIB.

Uno de los puntos fuertes del eje franco alemán es adelantar la aplicación del Mecanismo permanente de resolución de crisis, de carácter intergubernamental, que debe estar en marcha en 2012 para responder a futuras amenazas a la estabilidad de la zona del euro en su conjunto. Las decisiones se tomarán en su seno por "super mayoría", lo que equivale al 85% del capital suscrito del BCE. Además, se especificará que el sector privado queda exonerado de la solución, de modo que el caso Grecia -donde se forzó a la banca a una quita del 50%-- es "único y excepcional", con el fin de tranquilizar a los mercados.
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