El monolitismo 'aparatchik' que parecía promover el PSC de cara al
próximo congreso que debe iniciar el 16 de diciembre parece romperse.
Hasta ahora, los diversos movimientos que se han observado en el seno
del partido parecían, como tantas otras veces, fuego de virutas
(traducción de una expresión catalana, 'foc d'encenalls', que se
equipararía al 'mucho ruido para pocas nueces' español). Porque, si bien
en la antesala y al albur de las últimas y recientes debacles, crecía
la sensación de que la cita que se inicia el próximo viernes iba a ser
algo más que una representación del 'lampedusianismo', con el devenir
del tiempo, de nuevo las esperanzas se resquebrajaban.
Movimientos estratégicos para volver al punto de partida: La incógnita
Iceta -dando por sentado que si alguien representa a ese aparato en el
cuál
"¿hay alguien más aparato que yo?",
ese es él-, en el fondo, no quitaba que la posible renuncia del actual
vicesecretario en favor del alcalde de Terrassa,
Pere Navarro, fuera un
'más de lo mismo' como se han atrevido a denunciar, incluso, conspicuos
socialistas catalanes. Y en este entramado, atado y bien atado, parecía
que debían caer todos los socialistas catalanes como moscas.
Pero, hete
aquí, que el -¡ojo!- llamado 'sector catalanista' saca de nuevo la
cabecita y se encara, con la ex consellera de Salud,
Marina Geli, y su
homólogo en Educación,
Ernest Maragall, en la proa para definirse por
Àngel Ros: ese candidato que quiere marcar distancias con el socialismo
español y acercarse a los postulados de
Josep Pallach, histórico
fundador del PSC previo a la metida de narices uniformizadoras de
Alfonso Guerra. Tal vez, según como vaya las cosas, el PSC vuelva a esos
orígenes 'setenteros': con lo cuál no es descartable, tampoco, la
oposición de un PSOE catalán. Por ahora, no obstante, mejor no
preguntar. Todos negarán la mayor en defensa de una unidad como mínimo
dudosa.
Y, a todo esto y con el río revuelto, toma forma la especulación
habida del provecho que pueda sacar CiU de la situación. Evidentemente, y
acabe como acabe el congreso socialista, las aguas en el partido
estarán movidas. Y es así como algunos de sus diputados en el Congreso
pueden pasar al Grupo Mixto, de forma y manera que se desligarán de la
disciplina de partido. Así, al margen de los movimientos de ERC y del
diputado no adscrito, por Democràcia Catalana,
Joan Laporta -la suma de
estas opciones da mayorías absolutas a CiU: y los primeros aún juegan a
las reticencias mientras el segundo ya se ha ofrecido abiertamente en
ocasiones-, al partido que apoya al Gobierno catalán se le abren nuevas
posibilidades de mayorías. Más allá del PP. Pero, en realidad y más allá
de las especulaciones de ciertos analistas, estas serían prácticamente
inocuas porque no variarán la actual correlación de fuerzas en el
Parlament.
A bote pronto, y especulando con que los dos adalides de Ros
pudieran llegar a dar el paso -la secretaria segunda de la Mesa del
hemiciclo catalán, Montserrat Tura (catalanista que también podría
sumarse al sector díscolo), no cuenta por doble razón: su cargo actual
conlleva una cierta imparcialidad y, además, siempre está en el
horizonte su candidatura a presidir la Generalitat, precisamente contra
el actual president,
Artur Mas-, esa garantía tampoco sumaría 'per se'
mayoría absoluta de CiU. Ni con Tura. De hecho, más allá de estos tres
hipotéticos escaños, observando los perfiles socialistas del hemiciclo
catalán, poco más seguimiento parece que pueda tener la disensión: el
resto tienden a esa línea oficialista que puede llegar a devenir PSOE en
Cataluña.
Sea como fuere en definitiva, la realidad es que, este
jueves, los diputados del PSC en el Parlament y ex consellers Ernest
Maragall y Marina Geli han firmado un manifiesto de apoyo a la
candidatura del alcalde de Lleida, Àngel Ros, a la Primera Secretaría
del partido. El texto concluye que Ros representa "la expresión de
cambio, la esperanza, y la visión optimista y de responsabilidad ante
las dificultades" de los socialistas. El manifiesto puede consultarse en
la página
web destinada a tal efecto,
habilitada este miércoles para promover la candidatura de Ros, y que
incluye una conferencia pronunciada en la Universitat de Barcelona (UB) y
sus últimos comentarios en Twitter.
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