La UE reconoce que no tiene la fórmula milagrosa para salir de la crisis

Durante un debate en Estrasburgo sobre los resultados del Consejo Europeo de la pasada semana, Van Rompuy reconoció que restaurar la confianza en la economía europea "es un camino largo" que "es más difícil de lo que la mayoría de nosotros esperaba".  "La confianza que se ha ido no puede restaurarse de la noche a la mañana, lleva mucho tiempo. La crisis ha sido demasiado fuerte. Pero este Consejo Europeo es una importante pieza en este camino", defendió el presidente del Consejo Europeo, que insistió en que el margen de maniobra de la Unión es limitado porque muchas de las respuestas responden a los Estados miembros que tienen que luchar por restablecer la confianza en sí mismos. En este sentido, criticó, sin citar a nadie, que "algunos han esperado demasiado tiempo para actuar".

Por otra parte, subrayó que debe valorarse el ejercicio de solidaridad realizado por los Estados miembros tanto con Grecia, donde movilizaron 110.000 millones de euros, como con la creación del fondo de rescate de 500.000 millones de euros, cifra que será revisada al alza en marzo si se revela insuficiente, y el incremento en 200.000 millones la ayuda en forma de préstamos bilaterales a través del Fondo Monetario Internacional. "Si sumamos todo es una prueba palpable de la solidaridad de los Estados miembros", recalcó.  En cambio, destacó que el Banco Central Europeo "no es un instrumento de solidaridad, sino de estabilidad para la inflación y de cara a la eurozona".

Coincidiendo con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, Van Rompuy reconoció que su "primera opción" era reformar los tratados a 27, incluido Reino Unido, pero dado que no hubo unanimidad, se derivó hacia la solución intergubernamental. Ahora bien, no quiso arremeter contra el primer ministro británico, David Cameron, para no quemar las naves.  "No quiero hacer polémica porque impediría sentarnos a la mesa para incorporar un día el acuerdo intergubernamental en el Tratado de la UE. Algún día seremos otra vez 27 para que todos se pongan de acuerdo en lo que no pudo acordarse la pasada semana", auguró el presidente de Consejo.

Así, haciendo gala de un gran optimismo, manifestó que cuando haya pasado un cierto tiempo y la crisis haya pasado,  "veremos lo alcanzado en el año 2010 y 2011 y lo que vivimos hoy como anus horribilis,  diremos que fueron años difíciles pero se pusieron las bases para que la crisis no se repita nunca más". "Habremos cambiado profudamente la Unión y el anus horribilis lo veremos como un anus mirabilis, un año milagroso", sentenció.

Barroso, que destacó que la Unión Europea, no sólo ha tomado las decisiones de Consejo Europeo de la semana pasada sino que lleva 18 meses reforzando el gobierno económico, reforzado el Pacto de Estabilidad y puesto en marcha las medidas semiautomáticas para los incumplidores, ha calificado de "cortafuegos bastante impresionante" la creación del fondo de rescate del euro.

 Además, consideró que el pacto fiscal cerrado la pasada cumbre crea "una verdadera unión presupuestaria" lo que le convierte en un "acuerdo impresionante" y una base sólida para el futuro para la "nueva cultura de austeridad de la UE".

Dado que desde el punto de vista jurídico aún hay mucho que hacer, la Comisión se ha comprometido a hacer todo lo posible para que sea, institucionalmente, el tratado intergubernamental pactado a 26 sea aceptable y que sea "totalmente conforme al actual tratado UE". No obstante, quiso tranquilizar a Reino Unido y Barroso recalcó que la Comisión "actuará dentro de los tratados, pues no es necesario ir más allá", aunque preparará la legislación comunitaria necesaria para incluir en el futuro el nuevo tratado intergubernamental dentro del acervo comunitario.