La 'pena infamante' impuesta a Urdangarín

No será desde este periódico desde donde se pretenda defender lo indefendible. Es decir, que la conducta de Iñaki Urdangarín no haya sido, a lo que parece, poco ética y poco estética. Dicho sea siempre, claro está, con la consabida presunción de inocencia, aunque una cosa es lo que digan los tribunales y otra lo que es a todas luces una conducta inapropiada, máxime en quien ostenta una dignidad y una representatividad que hay que cuidar y merecer. De hecho, los lectores de diariocritico ya eligieron a Don Iñaki im-presentable del año, junto a otros 'agraciados' en el campo internacional, en el económico y en el deportivo.
 
Pero una cosa es esto y otra el acoso y derribo al que está siendo sometido el aún duque de Palma (se considera privarle de este título, según nos cuentan). Que si viaja pese al mandato del Rey para que permanezca en Washington (lo ha desmentido su abogado), que si la fundación Nóos hizo la declaración de la renta a la infanta Cristina (como si esto fuese un delito)...Muchas de las actividades denunciadas por los medios como escandalosas son perfectamente normales y están fuera del ámbito de lo penal y hasta de lo escandaloso. De hecho, creemos que la Audiencia Nacional ha obrado correctamente al declararse incompetente de entender en el 'caso Urdangarín' por considerarlo de menor importancia para este alto tribunal.
 
Que la justicia sea igual para todos (no lo es actualmente, diga lo que diga el Rey) es una aspiración largamente sentida por todos los españoles. A Urdangarín se le debe juzgar si los jueces así lo creen conveniente y se le debe imponer, en su caso, la pena que corresponda. Pero no una mayor en razón de su cargo o de su posición social. Y, desde luego, nos volvemos a declarar contra la 'pena infamante' o 'pena de telediario' a la que tan aficionados son algunos medios y también algunos plumíferos y cotillas televisivos
 

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