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Jugando con la salud ajena y orgulloso para 'rematar' a sus víctimas

Jugando con la salud ajena y orgulloso para 'rematar' a sus víctimas

viernes 06 de enero de 2012, 14:07h
Las mujeres denunciantes son "personas frágiles o personas que hacen eso sólo por dinero", ha argumentado el im-presentable fundador de la empresa de implantes mamarios PIP, Jean Claude Mas, que lejos de mostrar remordimientos ante una estafa que podría afectar seriamente a la salud de sus clientas (y clientes, también vendía implantes masculinos para glúteos y testículos), se muestra orgulloso de su, cuanto menos, imprudente actuación.  

A pesar de haber admitido ante la Policía el engaño -Jean Claude Mas incluía en sus productos un aditivo para carburantes y obligaba a sus empleados a "disimular todos los documentos relativos al gel PIP no homologado" porque era más barato-, el acusado insiste en que la fabricación de implantes defectuosos no supone un riesgo para la salud de los millares de mujeres que fueron intervenidas con ellos.

Naturalmente, habrá que esperar a los resultados definitivos de la investigación por homicidio involuntario que tiene abierta, en relación a la muerte por cáncer de una mujer con dichos implantes el año pasado; pero de momento, sus palabras suponen, al margen de la resolución judicial, un ataque grosero y vomitivo a las víctimas de un engaño que han visto cómo un prepotente empresario se creía con derecho a jugar con sus vidas.
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