Otegi, ¿candidato a Nobel de la Paz?

Suena a insulto a la razón y por supuesto, a las víctimas del terrorismo. Habrá, claro, algunos que lo vean como algo positivo de cara a un futuro en Euskadi de paz y olvido del horror de ETA. Pero poco se entiende que, como informa el diario 'El Mundo', citando fuentes del CNI, que haya una corriente o lobby que esté intentando nominar a Arnaldo Otegi como candidato al Nobel de la Paz. Es un tema candente, polémico y que ahora mismo está triunfando en Internet: ¿merece el actual preso y antes portavoz de Batasuna un reconocimiento así? Desde luego que habrá juicios para todos los gustos, pero quien está en prisión no como preso político sino como integrante de una formación ilegal, cercana o integrada en grupo terrorista, según sentencias de nuestras instituciones democráticas, no propias de un régimen sin libertades públicas, no puede merecerlo. Ni de lejos.

Equiparar a Otegi con figuras premiadas como la Cruz Roja, Martin Luther King, Unicef, la Madre Teresa de Calcuta, Lech Walesa, el Dalai Lama, Rigoberta Menchú o Nelson Mandela suena a mofa. Es cierto que personas ligadas en su pasado al terrorismo como Yaser Arafat consiguió el Premio Nobel porque salió de ese mundo y apostó por vías pacíficas, como hizo Otegi. Pero también hay que tener en cuenta que el líder abertzale cumple condena por sus acciones claramente ilegales y que pocos creíbles son sus llamadas a un futuro sin acciones terroristas en Euskadi, por mucho que apostara por vías pacíficas para conseguir la independencia vasca y en alguna ocasión haya pedido perdón a las víctimas.

Hay muchos y muchos kilómetros de distancia para equiparar méritos de lograr este galardón. Sin embargo, este lobby pega duro. Se pretende, con apoyos internacionales, impulsar así el proceso de paz vasco y hay precedentes, como ocurrió con Irlanda del Norte. Ojo a este tema.