La columna de Gema Lendoiro: "Fraga, adiós a un hombre de Estado"

Muchas veces, como periodista, me hubiera gustado vivir la transición. Los de mi generación hemos convivido y convivimos en las redacciones con periodistas que brillaron en esa etapa, colegas que vivieron una época irrepetible (todas lo son pero algunas por cosas buenas) en cuanto a que comenzaron a disfrutar de una libertad capada durante cuarenta años. Todos esos profesionales que vivieron aquellos años siempre hablan con nostalgia de esa época y, sobre todo, con respeto de quienes la protagonizaron. Uno de ellos, Manuel Fraga.

Yo he visto en mi vida unas cuantas veces a Fraga. He de reconocer que conocí dos personajes diferentes; el político y la persona. El primero era de armas tomar y, aunque últimamente te había calmado un poco, siempre hizo gala de un genio de mil demonios y si una pregunta no le parecía apropiada (detestaba a la gente poco preparada ejerciendo la profesión de periodista) podía montar la marimorena. Ese mismo señor podía ser cinco minutos más tarde un encantador caballero besando la mano de una mano porque se la presentaban.

Al margen de sus más y sus menos con su forma de ser a Fraga le debemos muchas cosas en España. Igual que se las debemos a Santiago Carrillo y lo tendremos que reconocer el día que se vaya. Sería muy injusto no reconocérselas pese a que formó años parte del gobierno de un dictador. Su labor como embajador en Londres, ser uno de los ponentes de la Carta Magna, fundador de Alianza Popular, hoy partido popular y presidente de la Xunta de Galicia durante años. Encomiable su adaptación a la nueva etapa de la España de las autonomías y a la defensa del gallego.

Fue una etapa la de la transición gloriosa, aquellas circunstancias hicieron que todos se esforzaran, periodistas y políticos que hoy es difícil encontrar. Por la falta de valor, coraje y esfuerzo de servicio a la patria (a la que cada uno considere que sea la suya) algo que caracterizó a Manuel Fraga, verdaderamente hombre de Estado. Que descanse en paz.