La columna de Gema Lendoiro: 'Periodistas que abusan de periodistas'

Si alguien ejerce un trabajo tiene que cobrar por ello. Lo contrario es abuso y sinvergonzonería por parte de quién lo hace. Estoy indignada al haber comprobado que todavía existe gente que cree que vive en el antiguo Régimen y desconoce que todos somos idénticos en derechos y obligaciones.

Una conocida revista española en su web tiene alojados muchos blogs. Y ha decidido que paga a unos sí y a otros, no. Y no por visitas, que es lo más sangrante, sino que paga a los que son famosos que, curiosamente son los que menos visitas tienen, más faltas de ortografía y más vacíos de contenido. Yo he llegado a ver lo siguiente: "haber si os dais cuenta..." Muertitamequedé. Y la gente que supera con creces la media de visitas de los demás, incluso las triplica, no recibe ni las gracias.

Es indignante comprobar cómo en pleno 2012 exista gente que se plantee que esto es posible. Y, mientras, las partes afectadas callan y bajan la cabeza por miedo a la represalia, es decir, a que eliminen sus blogs. Abuso de poder, asco me da que esto suceda. Asco. La profesión de periodista hace ya mucho que perdió su credibilidad, en buena parte porque muchos se autodenominan así aunque en su haber l único que tengan en haberse acostado con alguien y haber ido a contarlo a un plató consiguiendo así un contrato de tertuliano que con el tiempo pasa a ser periodista. Manda huevos.

En las webs pasa algo similar y bajo el amplio paraguas de los blogs, desfilan duquesas consortes, rubias casadas con millonarios o bobas que recomiendan en tiempos de crisis comprar bolsos más asequibles de 500 euros. De coña. Y, por supuesto estas bloguerras no sólo cobran, sino que lo hacen a precio de oro. Eso me parece de perlas, en el ámbito privado de una empresa yo no tengo nada qué decir, ¡sólo faltaría! Pero sí tengo algo que decir para esas personas con nombre y apellidos que despachan a las bloguerras más exitosas con un; " no hay presupuesto, si no te gusta, ya sabes..." para no pagar.

Me pregunto qué clase de ética del periodismo y la vida se perdieron cuando estudiaron. Lo que no entiendo es cómo la Asociación de la Prensa de Madrid no hace nada al respecto.