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Manuel Fraga Iribarne, una visión humanista

Manuel Fraga Iribarne, una visión humanista

martes 31 de enero de 2012, 13:53h
Acaba de desaparecer uno de esos hombres públicos que permanecen en el recuerdo de los españoles como símbolo de una etapa política, y Fraga lo fue de la generación de la posguerra civil y de la España democrática actual. Sus casi 90 años le permitieron servir al Estado desde muy joven. Una personalidad tan polifacética como la de Manolo Fraga, nacido en Villalba de Lugo, el 23 de noviembre de 1922 y  que falleció el pasado 15 de enero, ha sido expuesta y analizada prácticamente desde múltiples perspectivas y por todos los miembros de la Administración, comenzando por su Majestad el Rey, Ministros, Políticos de todo los Partidos, compañeros de la carrera diplomática, amigos y ciudadanos que sencillamente conocían su itinerario profesional y político, y le admiraban. Comienza con su perfil como  intelectual, hombre público, ministro, presidente de la Xunta de Galicia, senador, creador del mayor partido de centro-derecha, el PP, y concluye su vida con la alegría de verlo en el Gobierno con mayoría absoluta.  Los Medios de Comunicación, de cuya trascendencia social era plenamente consciente, han analizado su trayectoria política tanto en España como en el extranjero.

    Quiero sumarme a las opiniones anteriormente  expuestas en relación al itinerario vital de su personalidad, única y temperamental. Y deseo hacerlo con un criterio humanista, por ser ambos instruidos en letras humanas portadoras de valores.

    Conocí a Manolo Fraga , que era dos años más joven que yo y no había participado en la Guerra Civil, a principios de la década de los años 50 por intermedio del catedrático de Derecho Internacional, también gallego, coetáneo de la misma edad y nacidos ambos en pueblos cercanos. Luis García Arias, que fue profesor mío en la carrera de Derecho y me había examinado de Derecho Internacional en el año 1953. Posteriormente fuimos amigos y creamos la primera "Cátedra Militar Universitaria, General Palafox", en Zaragoza, donde se materializó la unión de la Academia General Militar con la Universidad zaragozana, y contamos con la colaboración como conferenciante de Manolo Fraga en 1956, que pronunció la conferencia "Guerra y Política en el Siglo XX". Entonces yo era Comandante de Infantería, Diplomado de Estado Mayor y hablé de "Guerrillas y Quintas Columnas".

    Luis García Arias, como Rector de la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI) invitó a Fraga a pronunciar conferencias en el Curso de Altos Estudios Internacionales. Lo mismo hice yo al sustituirle en el Rectorado de 1975 a 2008. Fue un activo Profesor Honorario de la SEI que asistió a la ceremonia de concesión por el Rey Juan Carlos I, Presidente de Honor de la SEI, de la Placa de Honor de la Orden del Mérito Civil, en julio de 2006.

      Años más tarde, como miembros ambos de la Real Academia de Doctores de España (RADE), con motivo del 25 Aniversario de la Constitución Española de 2005, la RADE publicó el libro "El Estado de España" (768 páginas y 63 autores). Fraga escribió "Balances de los Estatutos de las Autonomías". Mi artículo versó sobre "Proyecto del Tratado por el que se instituye una Constitución para Europa".

    Según alguna de sus biografías, Manolo en el año 1936 con 14 años tuvo cuatro vocaciones iniciales: ser sacerdote, ser militar, catedrático y diplomático. Fue Embajador de España en Londres desde 1973 a 1975 y aprendió como funcionaba una de las democracias más antiguas de Europa y la utilidad de la Estrategia de Aproximación Indirecta, tan utilizada por los británicos no solo en el campo militar sino también en política.

    En  la vida de Manolo Fraga, creo se materializa la circunstancia de que al lado de un gran hombre, se encuentra siempre una gran mujer, Mª del Carmen Estévez, su esposa. Lo comprobé en Santiago de Chile en 1968. Manolo era Ministro de Información y Turismo, yo entonces me encontraba en la Embajada de Agregado Militar y Aéreo. La Casa de España en Chile le dio un homenaje a Fraga con un almuerzo. Las palabras elogiosas del presidente de la Casa concluyeron con la entrega de un poncho chileno, que Manolo dejó doblado encima de la mesa. Al comenzar a hablar, Mª del Carmen, le dijo: un momento Manolo. Se levantó dio la vuelta a la mesa, y le colocó el poncho. Al empezar su discurso tuvo que esperar 3 minutos de ovación y entusiasmo patriótico de aquellos emigrantes españoles.

    Fraga conoció las Ordenanzas Militares de Carlos III de 1768 cuando hizo el servicio militar como oficial de la IPS (Instrucción Premilitar Superior) y le gustó el espíritu ordenancista de los "déspotas ilustrados" cuyo mensaje trasmitían. Pero comprendió que su vigencia de 220 años era un lastre para el espíritu democrático de la Transición y acogió muy bien las nuevas Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas promulgadas en 1978 al día siguiente de la Constitución, en cuya Comisión Redactora tomó parte. Creo fue cierta la anécdota  de la frase en relación al tema de los militares para que aceptaran sin problema la nueva Constitución. "Muy fácil, se les da la misma misión que tenían con Franco, según la Ley Orgánica del Estado de 10 de enero de 1967, que además de nombrar al Príncipe de Asturias Juan Carlos de Borbón, Príncipe de España, en su artículo 37 indicaba las misiones de las FAS: Las Fuerzas Armadas de la nación, constituidas por los ejércitos de Tierra, Mar y Aire y las Fuerzas de Orden Público, garantizan la unidad e independencia de la patria, la integridad de sus territorios, la seguridad nacional y la Defensa del Orden Institucional. Y se redactó el artículo 8 actual, referido a las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire,... suprimiendo las  Fuerzas del Orden Público.

    Siempre vi a Manolo Fraga como un Hombre de Estado, un líder político, que no actuó nunca buscando el beneficio personal. Siempre pensó en España y en los españoles, generoso, ejemplar, abierto con deseo de ayudar. Avaro de su tiempo, se la escapaban los minutos para pensar y poner en obra sus pensamientos. Si tuviera que definirlo en dos palabras diría fue un Grande de España. Me gustaría fuera recordado así.



Fernando De Salas López
Rector Honorífico de la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI)
Académico Correspondiente de la Real Academia de Doctores de España (RADE)
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