El
cierre de Megaupload y Megavideo ha supuesto un antes y un después en el acceso a la cultura a través de Internet y aunque ya han surgido iniciativas para hacerse con ese 'hueco' en la red como es '
Cuélgame', lo cierto es que el FBI dio un golpe mundial al consumo de productos protegidos por leyes de propiedad intelectual, pero... ¿a qué precio?
Este martes hemos conocido que el FBI 'pinchó' e-mails y chats de los trabajadores de Megaupload en Skype (con conocimiento judicial, eso sí); pero sin contar siquiera con Skype. Al parecer, esta plataforma sólo guarda las conversaciones 30 días pero el FBI cuenta con información de cinco años atrás por lo que podría haber utilizado 'software espía'... Sin duda, los medios autorizados para luchar contra la 'piratería' hacen temer por otros derechos que podrían estar siendo vulnerados como el derecho a la intimidad o a la confidencialidad de las comunicaciones... Por no hablar de que ciertos usuarios de
Megaupload subieron a los servidores documentos legalmente y podrían perderlos en 15 días porque la medida es la de cortar a todos por el mismo rasero. ¿Volvemos entonces a eso de que el fin justifica los medios que diría Maquiavelo?
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