Griñán se salva, Andalucía se hunde

Así las cosas, a mediodía de ayer, Rubalcaba clausuraba el congreso más igualado que se recuerda, y el PSOE, al que alguien calificaba ayer como Partido (por la mitad) Socialista Obrero Español, iniciaba una nueva etapa con el primer objetivo de intentar volver a ganar en Andalucía para que su nuevo presidente, Pepe Griñán, no se vea obligado a dejar el cargo en un visto y no visto, a las primeras de cambio, nunca mejor dicho. A muchos les extrañó que Rubalcaba prescindiera deManuel Chaves y colocase a Pepe Griñán en la cúpula honorífica del partido. Natural. Estaba cantado. Pese a que el presidente andaluz y secretario general del PSOE-A se había decantado claramente por la candidatura de Carme Chacón, había un pacto tácito entre los dos adversarios para colocarle como presidente del partido, ganara quien ganara. El reto del 25-M, primera cita electoral de la época Rubalcaba en Andalucía y Asturias, es demasiado importante como para andarse con favoritismos personalistas. Ya habrá hora de ajustarle cuentas si Griñán no consigue revalidar la Presidencia de la Junta de Andalucía en su primer combate cuerpo a cuerpo con Javier Arenas. De momento el reto es no perder también Andalucía y para ello hay que potenciar la figura de Pepe Griñán dentro del partido aunque no goce de las preferencias afectivas de buena parte de la Ejecutiva, incluído la de Alfredo Pérez Rubalcaba quien ha tenido que hacer de tripas corazón para largar del puesto presidencia a su fiel escudero, Manuel Chaves, a quien. como era su deseo, comienzan a apartarle de la "movida" política en espera de mejores tiempos.

Por lo demás, poco que aportar desde Andalucía. Como viene ocurriendo desde hace unos años, si Griñán se salva, Andalucía se hunde. Y Griñán se ha vuelto a salvar por la campana. Pese a que en la nueva Ejecutiva rubalcabista hay seis andaluces, lo cierto es que el único que sigue mandando algo es el incombustible Gaspar Zarrías que, ahora al frente de la Secretaría de Ciudades, ha perdido bastante peso específico. Sí ha extrañado en círculos políticos andaluces la ausencia en la misma de la consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, que ha sido sin lugar a dudas uno de los pilares de Rubalcaba en Andalucía. Hay quien asegura que Micaela es la baza que Ferraz guarda como "tapada" en el caso de que Griñán se estrelle el 25 de marzo. Y no hay mejor puesto que el de estar sentada en la mesa del Consejo de Gobierno de la Junta en el Palacio de San Telmo para tener controlado todos y cada uno de los movimientos que hace Griñán.

Clausurado este XXXVIII Congreso Federal del PSOE, y tras el bombardeo informativo que ha sufrido la ciudadanía en estos días, la pregunta es ¿de verdad le interesa a alguien -aparte de los implicados y de los cientos de periodistas testigos del evento- la pelea interna de los socialistas por el poder? ¿alguien se cree tan imprescindible como para que media España esté pendiente si Rubalcaba o Chacón dirigirá los destinos del PSOE? Que se lo pregunten a los cinco millones de parados a ver qué dicen.