Alemania también puede estar en recesión: la economia 'pincha' un 0,2% en el último trimestre

La clave está en donde reside la debilidad del PIB alemán entre octubre y diciembre, que se debió a un retroceso del comercio exterior y una disminución del consumo, mientras las inversiones en el sector de la construcción fueron más elevadas en el trimestre anterior. La contracción, que había sido vaticinada por expertos de todos los institutos de estudios económicos, fue, sin embargo, menor de lo esperada, señalaron los técnicos del instituto público con sede en Wiesbaden, en el centro del país.

En una primera estimación en enero pasado, los propios técnicos de Destatis habían augurado que el PIB alemán podía haber retrocedido un 0,25 % en el último trimestre de 2011, mientras algunos institutos se habían mostrado más pesimistas aún. Destatis subrayó que, además, en la comparación interanual el PIB alemán se incrementó un 1,5 % en el último trimestre de 2011 frente al mismo periodo de 2010.

Crecimiento

Aún así, el saldo fue positivo en el año 2011. Alemania creció un 3 por 100 anual, mientras que Francia lo hizo un 1,7 por 100. En la comparación con el año precedente, Alemania creció un 3,6 por 100 en 2010, el mayor ritmo en 20 años, mientras que la economía francesa creció un 1,4 por 100. Asimismo señalaron que la economía alemana registró en 2011 un crecimiento del 3,0 % frente a 2010 y confirmaron así sus primeras proyecciones de enero.

En ese sentido destacaron que, aunque el crecimiento de la economía alemana se ha ralentizado, todos los trimestres de 2011 registraron un crecimiento en la comparación interanual con el año anterior. Los técnicos de Destatis informaron finalmente de que en el último trimestre de 2011 un total de 41,6 millones de personas tenían trabajo regular en Alemania, un 1,4% o 560.000 empleados más que en el mismo periodo de 2010.

Francia, sin despegue

En la misma línea evolucionó la economía francesa, aunque con algunas diferencias destacadas. El PIB también se ralentizó, como consecuencia de la débilidad de la economía internacional. En el caso francés, cabe recordar que las finanzas del país se vieron sumidas en una fuerte desconfianza internacional a partir de agosto, lo que influyó en los flujos de entrada de capital. No obstante, el buen año del turismo en Europa -Francia es potencia líder en esta materia- y la exportación de energía, permitió al país mejorar el crecimiento del año anterior.

En lo que se refiere al cuarto trimestre del año, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee), la economía gala también sufrió un deterioro del consumo privado de los hogares, mientras que la inversión bruta de capital creció. Sin embargo, el comercío exterior se aceleró, a consecuencia de una caída de las importaciones. La producción industrial aumentó, con una contribución destacada de las refinerías de petróleo.