La demonización sindical
sábado 18 de febrero de 2012, 17:36h
Estamos en una revolución conservadora que cuestiona que las becas sean para los más pobres; ahora se trata de financiar la excelencia aunque tenga dinero para ir a Harvard. La interrupción del embarazo deja de ser un derecho individual para pasar a ser un examen técnico. Y, naturalmente, los sindicatos son prescindibles y perversos.
Esta derecha maneja el marketing mucho mejor que el marido de Carme Chacón. Repiten consignas de modernización que nos introducen en el túnel del tiempo. España está asustada. Y, de momento, lo aguanta todo.
Lo cierto es que los sindicatos no solo son mejorables sino que necesitan una profunda regeneración. Estamos en la batalla de la modernidad y ellos, los sindicatos, huelen a naftalina. Estructura, proyectos, tecnología y cuadros renovados o la ola conservadora se los va a llevar por delante.
Tienen que defender a los parados y a los que buscan empleo. Tienen que ser maquinarias de poder para la negociación colectiva y convertirse en el contrapunto eficaz de las organizaciones patronales.
Ahora mismo los sindicatos están petrificados, sobrepasados por los acontecimientos. Y la derecha dura no perdona. Ataca para reducir las últimas defensas de una izquierda democrática. Demonizar a los sindicatos es un populismo irresponsable. ¿Pero quién dijo que existe una preocupación por la institucionalización de la democracia?
La izquierda ha caído en la trampa del desguace del estado de derecho. Si se les puede llamar fascistas a los magistrados del Tribunal Supremo, ¿por qué no se les puede llamar vagos, ladrones y aprovechados a los líderes sindicales? Este modelo social se diluye como un azucarillo mientras el PSOE se despereza e Izquierda Unida busca su punto de equilibrio entre el Parlamento y la calle. Ahora, la ofensiva conservadora trata de declarar malditos y demonizar a los sindicatos. Y lo terrible es que está teniendo éxito.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (3)
3560 | maria - 19/02/2012 @ 18:27:43 (GMT+1)
Está todo muy bien pensado y estructurado por la estratagia FAES. Quien piense que la sombra de Aznar no es 'alargada', está en un gran error. Salvando las naurales distancias, Rajoy es a Aznar, lo que Medvedev es a Putin. Esta reposición del conde de Montecristo volviendo a la era anal, perdón Aznar, quise decir , es muy descarada
3554 | César - 19/02/2012 @ 18:27:24 (GMT+1)
Malditos los que con sus palabras dicen defender al pueblo y con sus hechos lo traicionan.
(que cada cual se lo tome como quiera)
3540 | Cuqu - 19/02/2012 @ 18:26:47 (GMT+1)
Sr. Carnicero ¿quién es vd. para decirme si como es el caso, no me gustan nada estos sindicatos que pago a la fuerza es hacer populismo irresponsable? ¿Qué dictadura está utilizando vd. para insultar a los discrepantes?. No me gustan porque han estado 8 años dando el cariño solicitado a Zapatero e impasibles ante la destrucción de 3 millones de puestos de trabajo. No me gustan porque no dan cuenta de los cientos de millones que los contribuyentes ponemos en sus manos. No me gusta que unos ricachones que cobran cantidades jamás soñadas por los trabajadores se disfracen de "famélica legión" con los vaqueros y la camisa a cuadros y finjan que defienden a los trabajadores. Otros sindicatos que no sean verticales y sumisos al Psoe son posibles. No me gusta que tengan una legión de vagos liberados que cobran sin dar golpe ¿Le parecen suficientes razones?
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