La columna de Gema Lendoiro: "Urdangarín: y encima plagia una tesis

El único mérito que, hoy por hoy, le puedo reconocer a Iñaki Urdangarín es que, desde mi punto de vista, está haciendo los mejores y mayores esfuerzos para cargarse de un plumazo la buena imagen de la Monarquía. Y esto lo digo teniendo en cuenta que me confieso abiertamente republicana aunque le profese respeto y admiración a don Juan Carlos y suma reverencia a doña Sofía. Encuentro que una cosa nada tiene que ver con la otra.

Cada mañana cuando servidora se sienta a leer nuevos datos que van trascendiendo de la trama urdida por el yernísimo para llenar sus particulares arcas, me sigo asombrando más y más. Pienso que lo que leo debe de ser ya lo último pero no, cada día, a modo de píldora nueva, se sigue sobresaltando una. No quiero ni imaginarme la cara del Rey si es que a estas alturas sigue queriendo saber nuevos datos.

El de hoy, no tiene, como todos, desperdicio. El ex-presidente del Gobierno Balear, Jaume Matas le encargó un congreso de dos días a Urdangarín y el yerno, que se debía de tener en alta estima, le cobró la nada desdeñable cifra de 1,1 millones de euros (dinero público) por contar cómo se tiene que establecer la relación entre turismo y deporte. Esto suena a cachondeo. ¿Relación turismo y deporte y nos cobras 1,1 millones de euros? "Hombre, no te pases", tenía que haber sido la respuesta de Matas, eso es mucho dinero para que nos cuentes la relación entre esas dos cosas. Desconozco qué se cobra por hacer estas cosas pero, a todas luces, esa cantidad me parece desmesurada. Y, por descontado,  (sin previo concurso previo) a algo que, muy probablemente parece vergonzoso que un político destine esa cantidad de dinero, costaba la décima parte. Puede que sea pedir mucho pero sería bueno tener políticos que fuesen menos chorizos. Si se puede, claro. Sólo si se puede.

Parece ser que se le pagó buena parte antes de hacer el foro. Parece ser, viendo el desglose, que se cobró para pagar a los ponentes. Ponentes que luego no cobraron. Y pasados unos cuantos días una vez finalizado el foro, Urdangarín telefoneó al entonces director de Deportes del Gobierno Balear, José Luis Ballester (Pepote) para reclamar el resto de lo acordado. Un resto, que Pepote le recordó, estaba sujeto a que le enviase las conclusiones del congreso, así como un plan detallado estratégico a seguir a partir de ese momento.

Y el duque, que ya se ve que es un hombre de recursos, raudo y veloz encargó a sus empleados que buceasen por la red para ver si encontraban algo que fuese de utilidad. Y vaya si lo encontraron, nada más y nada menos que fusilar una tesis doctoral leída en el año 2000. Un apunte; si yo fuese la autora de esa tesis ya me estaría faltando el tiempo para demandarlo por plagio. Una imputación más no creo que ni la note el listo del yerno. Hace falta ser caradura, jeta y poco listo para hacer las cosas como este señor y su ex socio Diego Torres las hicieron. Eso, o creerse muy, pero que muy por encima de la ley e inmune ante cualquier investigación de la policía primero y de los jueces después.

Yo sé que hay que aplicar la presunción de inocencia pero es que se ven los documentos, nos los mostraron ayer en el televisión, hemos visto anotaciones de su puño y letra, correos electrónicos ...todo es insuperable.

Y pensar que cuando cobré mi cheque bebé me quitaron (con toda la razón del mundo) las tres multas de tráfico que tenía por mal aparcamiento.

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