"¿Está el enemigo? ¡Que se ponga!", "No puede, está haciendo los deberes". Las redes están que arden por el enseñamiento policial contra los estudiantes en Valencia. Y dado que este país es el de la broma rápida y el chiste fácil, las viñetas cómico-satíricas se suceden en la red a una velocidad vertiginosa, dejando en evidencia al poder policial y al poder político. Con más seriedad, pero con mucha, mucha protesta, IU y ERC han probado la templanza del presidente del Congreso diciéndole con carteles: "Yo también soy el enemigo".
"Acabamos de mostrar carteles en congreso mostrando solidaridad con estudiantes. ERC y nosotros. Pedimos la dimisión de la delegada gobierno", se pudo leer en el twitter del diputado de IU Alberto Garzón. Minutos después de las cuatro de la tarde, mientras en Valencia crecía la masa de manifestantes contra los recortes educativos y en protesta por las descomunales y desproporcionadas cargas policiales ordenadas por el poder político, los diputados de IU y de ERC se erguían en el hemiciclo mostraban la pancarta: "Valencia: Yo también soy el enemigo". La tenebrista frase del jefe superior de Policía, Antonio Moreno, forma parte ya de la leyenda negra de este país.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, llamaba la atención a los diputados pancartistas, y al segundo toque Cayo Lara ordenó la retirada de pancartas y que se sentaran. Pero el testigo lo cogió el diputado de Compromís Joan Baldoví, que utilizó su intervención para pedir la dimisión la delegada del Gobierno en la Comunidad Valencia y del jefe superior de Policía. Posada contraatacó: "Le tengo que pedir que se centre en la cuestión". Y Baldoví, emulando a Alberto Garzón, escribió después en su Twitter: "A pesar de las interrupciones he acabado el discurso: no criminalicemos a nuestros jóvenes, son el pueblo, son el futuro y piden dimisiones".
Mucho 'cachondeo' en la red
Y si lo anterior ocurría en la tarde de este martes en el Congreso de los Diputados, la red de redes bullía con los chistes y chirigotas a que ha dado lugar la brutalidad policial. Un twittero resucitó al bueno de Gila para, vestido de militar con el emblema de artillería y casco de acero, le decía a su eterno teléfono: "¿Está el enemigo?". Que se ponga". Del otro lado del hilo salía una voz: "No puede. Está haciendo los deberes".
El cachondeo fue in crescendo a lo largo del día, a costa de la policía y del poder político, claro. Alguien 'retocó ligeramente' el look que suele utilizar la Dirección General de la Policía para presentar el material incautado a bandas peligrosas, terroristas, narcotraficantes, paramilitares... y mostró, con ese look tan conocido, el botín incautado por los antidisturbios en sus actuaciones del lunes: peligrosísimas escuadras y cartabones, calculadoras, cuartillas y lápices mostraban las feroces armas utilizadas por los estudiantes. Armas con las que -gracias a Dios- no consiguieron quebrar la línea de policías, que allí estaban prietas las filas por órdenes superiores.
Esos mismos policías que otro cómic de un intrépido neodibujante temblaban ante las armas arrojadizas de los estudiantes de ESO. "¡Tiene un libro! ¡Tiene un libro!", dicen los policías frente a un menor que va a arrojarles un libro. ¿Hay algo más peligroso que un libro?, parece deducirse de la viñeta, y entonces sí, sí es comprensible el terror policial.
Si (
No(
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