Interior da marcha atrás: exige ahora 'prudencia' a los antidisturbios

Según ha sabido Diariocrítico de fuentes policiales, la orden ha sido transmitida a la 1ª Unidad de Intervención Policial de Madrid por los jefes de grupo, que a su vez la han recibido del jefe de la unidad, quien a su vez la recibió del Jefe Superior de Policía y éste del Director Adjunto Operativo, Eugenio Pino, un policía que ostentó la jefatura de las UIP durante mucho tiempo. Al DAO se la debió de dar el director general de la Policía, quien la debió recibir del ministro del Interior. ¿La recibió éste del presidente del Gobierno? Ésa es la incógnita.

El hecho es que los grupo de UIP intervinientes en Valencia han recibido la misma arenga, según los citados medios policiales, y para evitar males mayores, se les ha dejado acuartelados, aunque vigilantes y a la espera de posibles alteraciones 'graves' del orden público.

[Aunque no afecte al caso de Valencia, hay que señalar que la orden es genérica, para toda España. La 1ª UIP, con base en Madrid, tiene ahora mismo dos subgrupos -25 personas por subgrupo- desplazados: uno a Tenerife, en apoyo a sus compañeros por los carnavales, y otro en San Sebastián, estableciendo controles].

El cambio de actitud de Interior tiene que ver con lo manifestado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en Londres, donde dijo que en el exterior se estaba dando una pésima imagen de España con los altercados de Valencia. Precisamente sobre estos altercados, PP y PSOE se han cruzado sendas denuncias: los populares acusan a los socialistas de intentar 'quemar' las calles cuando perdieron en las urnas, y los socialistas responden acusando a los responsables políticos del PP de dar órdenes de extremada dureza a la Policía y aseguran que seguirán asistiendo a manifestaciones convocadas pacíficamente.

Los que se encuentran entre la espada y la pared -dato realmente curioso- son los antidisturbios, que piden protocolos de actuación y órdenes concretas por escrito. Las órdenes que reciben son siempre verbales y sobre ellos pesa, por tanto, toda la responsabilidad.