Lo tienen muy claro. Al 15-M tampoco le gusta nada la reforma laboral que ha impuesto el PP con la complicidad de CiU, y por tanto las distintas Asambleas del movimiento acudirán a las manifestaciones en contra de este recorte de derechos a los trabajadores, como entienden que es lo fundamental de la normativa. Pero, sin despreciar a los sindicatos ni a sus afiliados, al 15-M tampoco le gustan las cúpulas que los dirigen, a las que acusan de haber pactado ya graves pérdidas de derechos de los trabajadores.
Por lo cual, aplicando aquello de 'justos pero no revueltos' y como ya hicieron en las anteriores manifestaciones del pasado 19 de febrero, la gente del 15-M asistirá a las protestas pero con sus propios grupos y pancartas que se sumarán al resto pero en grupos bien identificados. Así, por ejemplo en la que se espera mayor manifestación, la de Madrid, han quedado a las 12 de la mañana junto al edifico de la Bolsa -muy simbólico, por otra parte- y al término de la misma habrá un debate en 'su' emblemática Puerta del Sol, coordinado por la Asamblea Popular de Madrid.