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100 días, y parece que fue ayer

100 días, y parece que fue ayer

jueves 22 de marzo de 2012, 09:16h
Los 100 primeros días del presidente Rajoy han sido, como ya se encargó él mismo de advertirnos, predecibles y no tanto porque el gobierno cumpliera sus compromisos electorales -¡al revés!-, cuanto porque los analistas ya advertimos qué haría cuando gobernara.

Los cambios en materia económica están siendo los previstos, con gran contento de las patronales, y aún tendremos que ver una subida del IVA en agosto -por más que digan que no- y, como advertimos desde estas páginas, la subida de la luz a principios del segundo trimestre y la llegada de la maldita cifra de los seis millones de parados. Ojalá y equivoque mis proyecciones.

En el camino, aparte de los microfonazos del presidente y del ministro Guindos, mucho de "es peor de lo que suponíamos" y "no nos ha quedado más remedio". Malas excusas.

Estos cien días han traído fruslerías para contentar al carpetovetonismo y ahí quedan para la risa la des-regulación de la ley de salud sexual y reproductiva y, más que anulación, el cambio de nombre de Educación para la Ciudadanía con el patinazo del ministro Wert leyendo párrafos de un libro equivocado.

Hasta hoy, pues, el gobierno Rajoy se ha centrado en limpiarle la casa a los empresarios, especialmente a los grandes, y hacer guiños más cargados de buenas intenciones que de realidades a los autónomos -con la tontada esa de subvencionarles 3.000 ? si contratan ¿al cónyuge?-, pero todavía no ha empezado la tarea real: construir país.

España está obsoleta y tenemos que actualizar estructuras e infraestructuras. Mas con palabras no se va a conseguir. La educación necesita una reforma profunda y seria que va mucho más allá de EpC y cambiar el nombre del último año de ESO. La educación en España necesita un replanteamiento serio que responda al eje principal: 8 de cada 10 estudiantes menores de 14 años trabajarán antes de 10 años en trabajos que todavía no existen.

Tampoco Rajoy ha hecho mucho en este periodo por remozar España. Nuestra crisis señaló una debilidad como marca-país que hay que paliar: el 80% de nuestra masa laboral dependía de la construcción directa o indirectamente y solamente el 20% se asienta en lo que conocemos como I+D+i. Es un mix tan espantoso como peligroso. Las políticas que intentan acomodarse para mejorar el sector inmobiliario y constructor son, en gran parte, un error para salvar la cara ante el horror vacui de los seis millones de desempleados y la caída del 1'3% del PIB en 2012. Lo que necesitamos es una "segunda reconversión", esta vez más parecida al apagón digital que a las cuencas mineras de Felipe González.

El equipo tecnócrata de Rajoy aboga por tomar medidas que, uno, modifiquen ese mix lo más rápidamente posible y, dos, promuevan la generación de empleo, vuelta de los ingresos a las arcas públicas y la reactivación del consumo. ¿La cuadratura del círculo? En absoluto, pero hay un precio que pagar y la parte política del gobierno lo sabe: los resultados son lentos y la reelección, hoy lejana, está a la vuelta de la esquina. 2013 será mejor que 2012, sin duda, pero es iluso esperar crecimiento de la economía en niveles de creación de empleo. No ocurrirá hasta 2014 y eso suponiendo que ocurra el milagro "virgencita que Grecia se quede como está".

Por último, queda la asignatura pendiente para quienes creemos que la política neoliberal que se está llevando a la práctica, siendo terrible para el estado del bienestar, es la amarga medicina que hay que tragar (ahora, ya veremos luego: la alternancia sigue siendo la norma de oro de la democracia): la persecución del (gran) fraude fiscal.

Entendemos que no se persiga la economía sumergida -sería un error que traería contestación social equivalente a la helena- pero resulta doloroso ver como las SICAV siguen siendo el refugio de las grandes fortunas para escaquear su obligatoria contribución a la sociedad o como el sistema tributario de las grandes empresas sigue siendo tan favorable para ellas como lo era cuando hubo vacas flacas.

Veremos los PGE 2012: ahí es donde se gobierna de verdad. Esta crisis es un tsunami y está por ver que no queme al gobierno antes de tiempo.


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Manuel Pascua Mejía
Director y editor de Diariocrítico de Colombia
Coordinador General de Red Iberoamericana de Diarios Digitales.
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