La verdadera historia de la mujer que donó un riñón a su jefa y fue despedida

Stevens, de 47, divorciada y con 2 hijos explicó a 'New York Post' que se siente traicionada por el trato recibido por parte de sus superiores y ya ha puesto su caso en manos de un abogado, que ha asegurado que podría obtener una indemnización millonaria.

Cuando Stevens comenzó a trabajar en Atlantic Automotive Group no podía imaginar la situación en la que se encontraría pocos años después, cuando en 2010 su jefa, Jackie Brucia, le explicó que buscaba un donante de riñón. Ella se ofreció de inmediato sin sospechar la que se le venía encima. Como la superior no encontró otro donante, Stevens cumplió su promesa. Pero hubo un problema de compatibilidad y Stevens dio su órgano a otro paciente para que su jefa pudiera recibir uno que su cuerpo no rechazase.

Cuando la empleada recibió el alta y volvió a su trabajo pero rápidamente empezaron las molestias a causa de la operación por lo que durante unos días tuvo que quedarse en casa. Brucia, su jefa, la llamó para preguntar dónde estaba y aseguró que no quería que nadie pudiera decir que recibía un trato especial. Según explica Stevens, a partir de ahí empezaron lo reproches sobre supuestos errores, al final acabó siendo trasladada a un destino de castigo, a unos 50 kilómetros de su casa y en una zona conflictiva. Esta situación la llevó a sufrir ansiedad por lo que acudió a psicólogo que envió una carta a la compañía. Sin embargo, en vez de mejorar las cosas, Stevens fue despedida. Ahora será la Justicia la que decida, pues el asunto está en manos de abogados.