Los 'indignados' felicitan al movimiento 15-M que celebra su primer aniversario en Sol

"Esto es un movimiento muy libre y espontáneo, y cada cual organiza lo que quiere sin necesidad de organizarse", ha justificado uno de los portavoces del grupo de Comunicación del 15, Juan López. Así, junto a la boca del metro, unas 500 personas debate desde hace unas tres horas la creación de un "Tribunal Ciudadano de Justicia del 15M" (TCJ) cuyo objetivo es recabar pruebas, juzgar y condenar a los responsables de la crisis económica.

"Los banqueros, los de la construcción, los de las obras de ingeniería inútiles, todo esos a los que nadie parece querer juzgar, nosotros lo vamos a hacer", ha explicado a EFE, Lucas un estudiante y profesor de español que colabora con el TCJ. La iniciativa consiste en reunir un grupo de personas dispuestos a recabar pruebas -en un proceso que puede llevar de 6 meses a dos años- que luego se encargarán de analizar otro grupo de 20 personas que integrarán un jurado que será el encargado de "juzgar y condenar", ha explicado uno de los participantes.

"Vamos a por el dinero de los banqueros porque ellos se han quedado con nuestro dinero", ha precisado otro de los que han tomado la palabra en el debate. Un poco más allá, un centenar de personas se arremolina entorno a un "performance para denunciar la voracidad del gasto militar y de seguridad", ha afirmado Maripi, activista y educadora social.

Así, siete activistas vestidos con grandes capas de colores representando áreas como educación, sanidad, fomento, empleo, cultura o igualdad corrían entre la gente huyendo de un gigante "comecocos" que representaba al "gasto militar y control social", que supone un gasto de 30.786 millones de euros. Frente al caballo de Carlos III otro gran círculo de personas jugaba con la lona circular de un antiguo paracaídas reconvertido es "instrumento lúdico que no se trata de simbolizar nada, sino de vivir algo", ha asegurado el propietario de la lona, Emilio Arranz, de la asociación Educar en la No Violencia".

Finalmente, algo más de un centenar de personas rodeaba a un grupo de bongoseros que con sus instrumentos lograron hacer bailar a una buena veintena de "indignados" y transeúntes. Todo ello, a la espera de la asamblea general convocada para poner en común las decisiones adoptadas en las reuniones que han tenido lugar a lo largo del día en distintas plazas y que está prevista para la misma hora en la que vence el permiso de reunión concedido por la delegada del Gobierno