Vuelta al ruedo para un Tejela que apunta una resurrección profesional, y que falta le hace a la Fiesta

Nadie confiaba en Tejela, a veces da la impresión que ni él mismo. Pero quizás ese dios laico de la lluvia, sí, porque tras degustarlo, como los espectadores que aguantaron el chaparrón, se marchó llevándose el agua aunque no el frío. El caso es que el coletudo holló el ruedo venteño con una decisión, frescura, ilusión y entrega que ya habíamos olvidado, y a veces da la impresión que él también. Y como lleva en su genética el arte del buen toreo, pues cascabeleó 7 aromáticas verónicas, 7, rematadas con una barroquisima media.

Después siguió inspirado, galleó de frente por detrás y dejó al burel en el caballo con una vistosa larga cordobesa, tras lo cual iluminó un bello quite por chicuelinas. Todo apuntaba a faena grande, y así la inició Tejela sobre ambas manos, con temple, ligazón y hermosura, pero al burel se le fueron acabando la codicia y las fuerzas, por lo que el alcalaíno tiró de las efectistas bernadinas antes de enterrar un buen espadazo. Era labor de oreja, aunque quizás por la lluvia, no afloraron los pañuelos en número suficiente y todo quedó en una indiscutible vuelta.


Como la lluvia y su jefe se marcharon de inmediato, Tejela, que salió disparado a por el quinto, ya sólo pudo dejar algún detalle porque su enemigo se acabó enseguida. No obstante, ojalá la actuación le sirva a este coletudo, no inferior en calidad a las figuras, para creérselo de nuevo y colocarse donde esa calidad, no sus méritos hasta ahora, merecen. Por su bien y por el de esta religión laica que es la Fiesta y que anda tan ayuna de buenos oficiantes.


Entre esos vulgares se cuenta a otro de los matadores que tras abrir dos veces la Puerta Grande de Las Ventas, la última en 2010, se ha echado a dormir: el francés Juan Bautista, que frente a un lote que ofrecía algo más no arriesgó en demasía y se conformó con una actuaciñon decorosa. O como el otrora prometedor mexicano Octavio García 'El Payo', quiem no se ha recuperado mentalmente de los graves percances y que deambuló como un ánima, sin recursos ni entrega, ante otro lote manejable.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de TORRESTRELLA, con trapío y de bella lámina; nobles y manejables aunque justos de fuerza. JUAN BAUTISTA: silencio; silencio. MATÍAS TEJELA: vuelta tras petición; silencio. EL PAYO. pitos tras aviso; pitos. Plaza de Las Ventas, 19 de mayo. 10ª de Feria. Casi lleno en tarde que empezó con lluvia.