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Arrecia la bronca en el Poder Judicial a costa de los viajes a Marbella

Dívar: 'Nunca me he planteado dimitir' porque 'tengo la conciencia tranquila'

Dívar: "Nunca me he planteado dimitir" porque "tengo la conciencia tranquila"

jueves 31 de mayo de 2012, 13:59h
El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, ni se plantea dimitir porque "no he cometido ninguna irregularidad ni jurídica ni moral ni política". En una tardía comparecencia pública, Dívar sostiene que siempre ha abonado la parte privada de sus viajes, y aunque se ha negado a dar explicaciones sobre las personas a las que invitaba a cenar en Marbella en restaurantes de lujo, ha dicho que "lamento profundamente los acontecimientos".

Lejos de amainar, arrecia la tormenta en el Poder Judicial a costa de los viajes que el presidente del Consejo y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, ha realizado a Marbella: sus hoteles de lujo, sus cenas a dos en restaurantes, etcétera. Acuciado ya por la mala imagen de las instituciones que preside ante la opinión pública, Dívar se ha negado una vez más a revelar a quiénes invitó a esas 40 cenas de lujo en Marbella, alegando que son 'asuntos reservados' de los que no dan cuenta ninguno de los presidentes de las altas instituciones del Estado.

Carlos Dívar compareció este jueves acompañado por la portavoz del Consejo, la fiscal Gabriela Bravo, para, supuestamente, dar cumplidas explicaciones sobre esa veintena de viajes y esas 40 comidas y cenas en restaurantes de lujo que a lo largo de los últimos años ha mantenido en Marbella con personas no identificadas.

Pero las explicaciones, claro, eran supuestas, porque Dívar no ha avanzado ningún dato nuevo: se ha acogido al 'secreto' propio de las altas instituciones y se ha limitado a señalar que "nunca me he planteado dimitir" porque "sería como reconocer que he tenido alguna culpabilidad en las cuestiones que se me achacan, cuando esto no es así. Tengo mi conciencia tranquila: no he cometido ninguna irregularidad ni jurídica, ni moral, ni política", y que siempre ha diferenciado sus gastos públicos de los privados.

Obligado a comparecer

El hecho de haberse visto obligado a comparecer ante los medios de comunicación es ya una clara derrota para el aún presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo. Por eso, visiblemente afectado, Dívar ha querido lavar su imagen pública 'lamentando' el daño que se ha causado a la imagen del Consejo, cuando, según él, siempre se ha pagado sus gastos particulares: los gastos oficiales fueron a cuenta del Consejo, con fiscalización correspondiente, "lo restante, lo he separado yo correctamente". Ha dicho.

Dívar justifica sus largas estancias de más de un fin de semana en Marbella alegando que "cuando viajo a la provincia de Málaga estoy haciendo un viaje conjuntamente", como presidente del poder judicial y atendiendo a su propio descanso. Y dice, además, que "ni son hoteles de lujo, ni son ese número de viajes", porque, según su particular contabilidad, se trata de "uno cada dos meses" desde 2008 hasta 2012.

¿Por qué en Marbella? ¿Por qué en hoteles y restaurantes de lujo?, se le preguntó. El aún presidente dice que "tenía que acudir al lugar donde están situados los Juzgados, donde están las Presidencias", que "tenía que tomar contacto directo con la realidad del momento" porque "yo viajo durante los fines de semana con muchísima frecuencia porque soy presidente del Consejo durante las 24 horas del día, 24 horas exactas, y tengo que aprovechar muchos viajes en fin de semana porque las actividades del Consejo me lo impiden".

'Gastos protocolarios' muy 'reservados'

Dívar reconoce que sí, que ha habido gastos protocolarios, pero "como otros cualquiera de los presidentes de las instituciones del Estado, tienen carácter reservado, y por eso no se debe dar publicidad sobre ellos, por las personas que han podido asistir a esos actos reservados". Y así lo resuelve todo. En definitiva, que nos quedamos sin saber quién era esa persona a la que invitaba a cenar en Marbella. Lo malo es que han sido alrededor de 40 invitaciones a otro comensal en un restaurante de lujo, pero, claro, como son reservadas...

Además, Dívar ha tenido un empeño especial en quitar hierro al asunto: porque ha reconocido, sí, que el restaurante era "más o menos lujoso", pero que el gasto ha sido más bien reducido. Incluso sostiene que "en esas 40 cenas hay una pluralidad muy grande que he pagado yo, y los gastos no eran excesivamente cuantiosos por las personas con las que tenía que mantener esas entrevistas", personas que jamás conoceremos para calibrar si la cuantía de las facturas estaba en consonancia con la 'categoría' de esas personas 'reservadas'.

Eso sí, ha negado que dijera alguna vez que lo que se ha gasto en Marbella era una 'miseria': "Jamás he querido decir que eran un miseria, es posible que esa palabra haya sido sacada de contexto", ha dicho en la rueda de prensa Divar: "Dije textualmente estas palabras: para mí, cualquiera de las antiguas pesetas que pertenezcan al erario público tienen carácter sagrado".

No obstante, ha comentado que la comisión de presupuesto ha presentado un proyecto y en el próximo mes "me voy a someter exactamente igual que todos los altos cargos y todos los vocales a una transparencia absoluta" y si hubiera algún caso de "actividad reservada": "Yo apuntaría tanto al vicepresidente del Consejo del Poder Judicial como al presidente en funciones del Tribunal Supremo el lugar donde voy a estar junto con las personas concretas". Ahora mismo se funciona con una normativa "desfasada" de 1996.

"No he sido forzado por nadie"

Carlos Dívar inició su comparecencia afirmando que "hoy comparezco por mi propia voluntad, no he sido forzado por nadie", y que lo hacía porque "lo que se ha producido, el ambiente que lo ha rodeado, la difusión que ha tenido ha producido un malestar muy grave y un quebranto en mi persona", una persona que esta "quebrantada moralmente por estos actos". Ha dicho que "cuando me lo pidan, compareceré y responderé adecuadamente a sus preguntas" en el Congreso de los Diputados.

También ha negado que haya tardado demasiado tiempo en dar explicaciones ante la opinión pública, porque, según alega, al día siguiente de la denuncia del vocal José Manuel Gómez Benítez, él mismo publicó una nota en la que aclaraba estos extremos y se defendía; posteriormente, y tras un acuerdo del Consejo, "decidimos que debíamos guardar silencio mientras la denuncia se tramitaba en la Fiscalía General del Estado".

Entonces, según Dívar, "lo prudente era guardar silencio, por lo menos por mi parte y de acuerdo con el Consejo", pero que cuando hubo decreto de archivo de la Fiscalía "en horas se convocó el Pleno y la Sala de Gobierno".

Vea el vídeo:

 

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