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El sexo es vida: el sexo en discapacitados por accidente o enfermedad

- Por Ana de Calle

lunes 04 de junio de 2012, 10:19h
El sexo es vida: el sexo en discapacitados por accidente o enfermedad

Hay muchas enfermedades crónicas con sus tratamientos y ciertas discapacidades que pueden interrumpir el funcionamiento de la sexualidad.

Entre ellas están las discapacitades por accidente o enfermedad, y otras como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades que afectan al corazón o la arterioesclerosis, la endometriosis, algunos quistes ováricos ... Algunas afectan al comportamiento sexual de una forma indirecta, y es fácil que un hombre o una mujer, si están debilitados o sienten dolor se alejen del comportamiento erótico.

Pierden el interés por el sexo e incluso, con otras enfermedades se desmoralizan psicológicamente, lo que tiene efectos nocivos en la forma de comportarse sexualmente, influenciados también por otros mecanismos como el sistema vascular, neurológico u hormonal, necesarios para una adecuada respuesta sexual.

Y es que la forma en la que vivimos la sexualidad, influye igual que las enfermedades, y además afecta a nuestro estado de ánimo ... a nuestro entusiasmo por la vida, a la propia imagen y a las relaciones con los demás. Por eso profesionales y pacientes se resisten a hablar de las consecuencias sexuales de la enfermedad, de la medicación o de las enfermedades.

Se sabe que las mujeres diabéticas tiene propensión a las infecciones vaginales y cuando la diabetes es avanzada suele producir falta de sensibilidad sexual. Aunque se hace más énfasis en la sexualidad del varón y en sus problemas de erección.

Una de las claves es compartir los sentimientos, ser afectuoso aunque no se tengan deseos de practicar el sexo, es básico no abandonar el contacto físico-afectivo porque la pareja sigue necesitando el contacto físico, los besos, los abrazos, los achuchones mutuos y cogerse la mano.

Por eso si sufres una enfermedad o eres discapacitado crónico, no te desanimes. Está recomendada una vida sana porque puede beneficiar cualquier proceso de la enfermedad. No dudes en consultar a un sexólogo que te ayudará a no encerrarte en ti mismo, a alejar el temor de molestar a los demás, a elaborar la ira y la vergüenza por sufrir una enfermedad. A no aislarte y compartir tus sentimientos. Para que puedas disfrutar de un contacto placentero con tu pareja, y puedas comprobar que es posible, a pesar de tus circunstancias físicas o de tu historial médico.

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Ana de Calle
Sexóloga y Terapéuta de Pareja

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- El vaginismo
- El morbo sexual
- Las drogas y sus efectos en la sexualidad
- Los micropenes

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