'El mundo es nuestro': Ante el terrorismo financiero, expropiación bancaria

Sus creadores se habían hecho un nombre en Internet, gracias a la conocida como 'Trilogía sevillana', dónde tienen millones de visitas, algunas de las cuales han ayudado a financiar la película con el sistema de crowdfunding o financiación colectiva, y dónde nacieron los protagonistas de la película, el Culebra y el Cabesa. Pero que nadie piense que 'El mundo es nuestro' es un sketch alargado, la película está bien construída, a pesar de algunos errores de novato, y habla de temas de total actualidad. Su conexión con el público es obvia, como prueba está su triunfo entre el ídem en el pasado Festival de Málaga.

El Culebra y el Cabesa deciden atracar un banco y, siguiendo los pasos del Dioni, fugarse a Brasil, pero este sencillo plan se verá alterado cuando aparezca Fermín, un hombre dispuesto a hacer saltar por los aires la sucursal si no aparece la televisión. A partir de la irrupción de Fermín, un empresario arruinado cargado de explosivos, la sucursal del banco pasa a convertirse en un microcosmos de nuestra sociedad. Lo hace de una manera fuertemente estereotipada, el empresario sin escrúpulos, el aprocechado que cobra el paro pero hace sus chapuzas, la funcionaria, la pareja entre la sargento y el pringado, el gay o los canis protagonistas. Al final todos irán tomando partido a favor o en contra de la tragedia de Fermín.

Tiene un evidente parecido con 'Tarde de perros', claro que el Cabesa (Alfonso Sánchez) y el Culebra (Alberto López), no son Al Pacino, ni John Cazale, ni Sánchez es Lumet. Tampoco pretenden serlo, evidentemente la principal influencia de la película es Tarantino, con cosas como los dos apuntando a cámara, diálogos ingeniosos, refencias pop, homenaje a Leone y Morricone... Cinematográficamente no es gran cosa pero eso qué más da cuando una película es tan graciosa. Se pueden pasar por alto detalles de novato o algunas actuaciones secundarias irregulares. La sensación después de verla es de película refrescante, una comedia que deja una enorme sonrisa en la cara, una película que habla de temas a la orden del día, la crisis, el paro, los bancos, y lo hace con guasa y mala baba. Pero tras tanta guasa, la película dice unas cuantas verdades, y detrás de tanto estereotipo se encuentran muchos de los problemas de este país.

A pesar de sus ecos tarantinianos, la película no puede ser más española, siguiendo el ejemplo de la picaresca, del esperpento valleinclanesco, de Berlanga, de 'Atraco a las tres', hasta del primer Torrente, pero que los de la ESO no se asusten por tanta referencia, la película es ante todo muy divertida. Aunque su sentido del humor es absolutamente andaluz, bueno, en concreto, sevillano, el buen humor traspasa todas las barreras, y 'El Mundo es nuestro' está destinada a gustar también más arriba de Despeñaperros, se lo dice uno que no soporta a los Morancos.

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