La expectación es máxima en Badajoz con las cifras habituales de venta y reventa de boletos para el festejo en el que José Tomás hace el primer, y antepenúltimo, paseíllo de su minitemporada. De los 1.500 abonados para todo el ciclo se ha pasado a más de 3.000 y encontrar una entrada sólo para el día 25, cuando el Sumo Sacerdote está anunciado con Juan José Padilla y El Juli, es imposible salvo que se tengan preparados muchos euros que multiplquen por varias cifras su importe en taquilla..
Eso sí, José Tomás, y sus compañeros de terna, lidiarán una corrida de corte comercial, tan del gusto suyo y de las figuras, la de Domingo Hernández. Será, como adelanta su apoderado, Salvador Boix, su primera tarde de una campaña "en las que primará la calidad, para generar ilusión y expectación entre la gente, que falta hace". Según Boix, su poderdante se encuentra "muy contento e ilusionado", y -como informa buladero.com, se ha preparado muy bien: "Ya ha matado toros y, por supuesto, ha toreado vacas en el campo".
No dar la cara
De modo que, finalmente, la decisión del coletudo es la de hacer sólo tres paseillos, y ninguno en plazas de máxima exigencia de ganado y crítica como son las de primera categoría -Madrid, Sevilla, Bilbao etc.-, sino en Badajoz y Huelva -el 3 de agosto mano a mano con Morante de la Puebla-, por parte española, y en Nimes -donde al menos tendrá el gesto de encerrarse en solitario con seis toros-, en su despedida de esta minicampaña.
De modo que si bien el mito José Tomás sigue vigente a nivel general y entre parte de los aficionados, no ocurre lo mismo con otro sector de estos y de la crítica. Pues, como algunos otros matadores que lo hablan sólo en privado, no comprenden que en estos momentos difíciles para la Fiesta, por la crisis económica y por los ataques que sufre por parte de antitaurinos, el coletudo con mayor fuerza mediática se esconda y se niegue a dar la cara compitiendo en las ferias más importantes.