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Absolutamente todo el proceso de producción es propio

Jorge Fernández, el orgullo de ser agricultor

> Su proyecto, lahuertadelapuebla.es, vende on-line productos de la huerta cultivados en la finca familiar de La Pueblanueva (Toledo)

miércoles 11 de septiembre de 2013, 16:42h
Volver a sus orígenes. Eso es lo que ha hecho Jorge Fernández Pérez, un emprendedor toledano que decidió abandonar su vida 'urbanita', dejar atrás su trabajo en una importante empresa de telecomunicación y dedicarse de lleno, junto a su hermana, Vanesa, a cumplir su sueño: recuperar la tradición familiar, trabajar el campo con la intención de vender directamente a sus clientes productos de la huerta cultivados con mimo, mucha dedicación y no poca paciencia. Sabía que los sacrificios iban a ser muchos pero a él no le importó. Está orgulloso de ser agricultor, de recuperar una profesión prácticamente olvidada y muy poco valorada, y de contribuir a alimentar a la gente de manera sana. "No se puede creer en un futuro con un campo seco y abandonado", afirma, convencido, Jorge, que después de muchos años de dificultades ha visto realizado ese sueño.

La historia de Jorge Fernández es realmente sorprendente. Nació en 1975 en Talavera de la Reina (Toledo) en donde cursó sus estudios primarios y una FP en Electrónica. Pero se crió en Pueblanueva, un pequeño municipio de la comarca de la Jara, a una hora escasa de la capital castellano-manchega, en el campo, viendo cómo sus padres se dejaban la piel en trabajando el huerto de sol a sol para sobrevivir a duras penas. Tras terminar de estudiar y hacer la mili en infantería en Toledo, Jorge, como muchos otros jóvenes en aquella época, decidió emigrar a la ciudad. Nada mas licenciarse, en 1996, consiguió trabajo en una conocida empresa de telecomunicaciones aunque se vio obligado a fijar su residencia en Orense, algo que le 'horrorizó porque, como recuerda, "lo mas lejos que había ido yo sólo había sido a Talavera". Sin embargo, pronto superó este primer 'sustó' y ascendió rápidamente en la empresa en donde llegó a ocupar puestos de gran responsabilidad en varias provincias de España -incluida Madrid-, hasta que el año 2001 le ofrecieron un alto puesto en la filial de Lima (Perú). "Acepté el reto por la inquietud de seguir aprendiendo del mundo empresarial. Con 27 años era el directivo mas joven de Latinoamérica", desvela Jorge con orgullo.

La experiencia en la capital peruana no fue tan grata como esperaba y en 2002 decidió romper con el mundo de las telecomunicaciones y regresar a España "en busca de un cambio en mi vida", asentándose de nuevo en Madrid. Por entonces los recuerdos de sus orígenes le pesaban ya demasiado. Así que en 2003 volvió al pueblo y decidió dedicarse al negocio familiar, modernizarlo y explotarlo de otra manera, una idea que llevaba fraguando desde hacía mucho tiempo una vez que se dio cuenta de las posibilidades que ofrecía Internet y el potencial que tendría en el futuro. Así surgió lahuertadelapuebla.es, una tienda on-line de productos de la huerta cultivados en la finca familiar de 3,5 hectáreas, lo suficiente para poder explotarla entre sus padres, su hermana Vanesa - otra de las impulsoras del proyecto que trabajaba en una fabrica de pienso para animales -, y su esposa, Mamen. A Jorge experiencia, desde luego, no le falta. "He trabajado toda mi vida en el campo, cuando estudiaba, los fines de semana y todas las vacaciones tenia que ayudar a mis padres en la huerta, incluso cuando trabajaba fuera", afirma.



Claro que lo primero que tuvieron que hacer fue renovar las instalaciones para lo que invirtieron todos sus ahorros y pidieron varios créditos, viéndose envueltos en alguna que otra rocambolesca historia típica de cuando se mete uno en 'negocios' con las entidades bancarias . Subvenciones recibieron pocas. En total, han gastado unos 200.000 ? ya que sólo la cimentación del negocio durante estos diez años les ha costado mucho dinero, alrededor de 190.000 ?.

Su obsesión desde el principio ha sido y es ofrecer al cliente el mejor producto de la tierra en cuyo proceso se implica toda la familia. "Nada queda fuera de nuestro control. Absolutamente todo el proceso de producción es propio, desde la semilla, que en ocasiones también es nuestra, hasta la recolección del fruto", se ufana Jorge, pese a que por ahora deben seguir trabajando para mercados mayoristas en donde comprueban cómo les pagan por los tomates, lechugas, pepinos etc...precios absolutamente ridículos si se compara con el esfuerzo que les supone su cultivo. Afortunadamente, en estos momentos lahuertadelapuebla.es ya puede ofrecer al cliente "un producto de gran calidad, fresco y enviado a la puerta de su domicilio, con todas las garantías sanitarias y con un sabor diferente por tratarse de una forma de cultivo tradicionalHasta ahora todas las personas que han probado nuestros productos han repetido", confiesa el emprendedor toledano sin tapujos...

Ahora, hecho casi realidad totalmente su sueño, no se olvida de los que han confiado en su proyecto por lo que, llegado el momento de los agradecimientos, se refiere de inmediato a "los muchos proveedores que han confiado en nosotros por su paciencia para cobrar", y al desarrollador del negocio virtual, Idea Consultores, "que tiene una fe ciega en nosotros y ha apostado personal y económicamente por nuestra idea", así como de "aquellos clientes que nos han ayudado en los momentos mas duros".


Jorge está casado y es padre de dos niñas, de 10 años y de 18 meses. Su vuelta al mundo rural les ha hecho vivir de otra manera. El empresario reconoce que su vida es ahora mucho más dura que cuando trabajaba en la empresa de telefonía o de la que hubiera sido trabajando en cualquier otro trabajo 'normal' 8 horas diarias y 40 semanales. En el campo nunca se termina y la palabra 'vacaciones' es casi una ensoñación. Una vida realmente dura, si. "Tenemos muchas dificultades", explica. "Vivimos a merced del clima. Una tormenta de 10 minutos puede dejarnos absolutamente arruinados y contra eso nadie puede luchar", lamenta, mientras recuerda la reciente tormenta de pedrisco que cayó el pasado Viernes Santo que estuvo a punto de poner en peligro toda la campaña. Eso por no hablar del "intrusismo" que hay en la profesión de personas que al verse paradas o jubiladas "venden productos de la huerta, directamente en sus casas, sin impuestos, sin licencias, sin garantías de procesos adecuados a la normativa", se queja Jorge. "Yo no me opongo a que haya mas competencia en el mercado, eso es bueno, pero competencia leal, con las mismas reglas y los mismos requisitos para todos", aclara.

Con todo, este emprendedor toledano prefiere hacer hincapié en lo bueno, en lo positivo de su profesión, la agricultura natural. "Me considero afortunado de haber regresado, de haber podido regresar, y de la ilusión por el campo, por intentar que sea una forma de vida no un medio para vivir". Por ello quiere inculcarles a sus hijas "que lo importante no es lo que seas en la vida, sino que lo que hagas te satisfaga como persona". Y transmitirles a ellas y las personas que viven en las ciudades pendientes de la prima de riesgo y agobiadas con la crisis - que él también sufre, lógicamente- su ilusión, "lo bello que es ver crecer una planta, obtener su fruto y creer que colaboras en algo con esta sociedad, que alimentas a un niño de manera sana. No se puede creer en un futuro con un campo seco y abandonado", opina Jorge. Y razón no le falta porque sabe de lo que habla.

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