Tres meses después de comenzar a practicar el remo,
Hammadou
Djibo Issaka ya es olímpico. Con una marca de 8:39.66, este nigerino de 35 años
cruzó la meta este domingo a algo más de minuto y medio del ganador, el lituano
Mindaugas Griskonis. De forma paradójica, Issaka cosechó más aplausos que el
remero vencedor y fue animado por los 23.000 asistentes bajo los gritos de "you
can, you can" (tu puedes, tu puedes).
Issaka ha conseguido llegar formar parte de la competición
de remo en Londres gracias a una invitación de la Federación Internacional de
Remo. Habría que ver lo que opinan los demás remeros profesionales que
deportivamente quedaron sin la oportunidad de acudir a los Juegos. Sin embargo,
Issaka es la enésima pieza de marketing de estos Juegos.
El caso del remero nigerino recuerda al del famosísimo
Eric
Moussambani. El nadador de Guinea Ecuatorial participó en los Juegos Olímpicos
de Sidney en el año 2000 cuando jamás había nadado cien metros de forma
continuada y en su país natal apenas existían dos piscinas.
Su agónica carrera
se convirtió en una de las imágenes del año y Moussambani en un fenómeno
mediático. Tan fenómeno que cuatro años después, una vez había bajado su marca
en más de un minuto, ya no pudo competir en los Juegos de Atenas. Ser mejor ya
no era noticia.