Los
'comunicólogos' populares estudian cómo dar la vuelta a la situación, porque
casos similares al de Uribetxebarria Bolinaga se van a seguir produciendo
merced a la siempre negada 'hoja de ruta' con ETA y el desgaste gubernamental
entre sus propios votantes se irá acrecentando: ya no se tratará de
desprestigiar sólo a un ministro -el de Interior, desde luego- por las
asociaciones de víctimas, sino a todo el Gobierno de Rajoy, empezando por
Fernández Díaz y siguiendo por Ruiz-Gallardón.
De
momento, y para iniciar una contraofensiva informativa, en la sede del PP se ha
dado la orden de que se carguen las tintas contra el juez de Vigilancia
Penitenciaria, José Luis Castro, que es sobre quien recae la responsabilidad
final de la concesión del tercer grado al etarra Bolinaga.
Pero
los 'comunicólogos' olvidan que esa actitud refleja en realidad un doble mensaje:
uno para consumo interno, descargando de culpa a Fernández Díaz y al Gobierno y
cargando las tintas sobre los jueces; pero otra lectura es para los propios
jueces, que ven que cualquier medida que adopten puede volverse contra ellos... y
por lo tanto extremar su celo en contra de los etarras, destrozando la 'hoja de
ruta'.
Así las
cosas, no es de extrañar que más pronto que tarde se produzca un divorcio entre
la judicatura y el Gobierno de Rajoy similar al que en su día se produjo entre
los jueces y el Gobierno de Zapatero. En fin, que 'la hoja de ruta' respecto a
ETA, que pasa en un primer momento, por acercar presos y conceder el tercer
grado penitenciario a determinados presos etarras enfermos, podría irse al
traste.