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Historias ejemplares

Bárbara y David nos acercan el sabor más casero de México en su restaurante La Malinche

sábado 08 de septiembre de 2012, 09:57h
Bárbara (mexicana) y David (español) decidieron forjar su propio destino y montar un negocio para convertirse así en sus jefes. Su primera opción, una cafetería, fue el germen del restaurante La Malinche, que desde que abrió cosecha buenas críticas entre sus comensales, quienes se han convertido en su mejor publicidad.

Su filosofía es tan sencilla como efectiva: cualquiera puede tener un negocio exitoso siempre que crea en lo que hace y sea constante. Solo hace falta sacrificarse, dedicar muchas horas al negocio y hacerlo con cariño. Con esta premisa, Bárbara y David decidieron emprender la aventura de ser sus propios jefes y, tras pensar en montar una cafetería típica española, decidieron que qué mejor que aprovechar la buena mano de Bárbara en la cocina.

Así surgió La Malinche, un restaurante que apuesta por la cocina más tradicional donde absolutamente todo se hace a mano, hasta las tortillas. Tuvo sus primeros meses de actividad en Lavapiés y, pese al éxito que ya estaba cosechando en el barrio, se trasladó al entorno de Plaza de España (en la calle Torija nº 10).


"No fue por el barrio" afirma Bárbara, el problema fue que "no podíamos hacer frente a los numerosos arreglos que precisaba el local", un espacio considerado Patrimonio Nacional demasiado deteriorado por el paso de los años, el edificio tiene más de 100 años.


Solo tienen buenas palabras para Lavapiés: "en el barrio nos trataron muy bien y nos ayudaron mucho", recuerda Bárbara.
"Mucha gente iba al restaurante y nos daban consejos, desde clientes a personas con negocios en la zona, ya fuera una panadería, una librería o una bodega".


Esto les ayudó a superar los primeros meses, sin duda los más duros: "los dos primeros meses hacíamos cajas de 10 euros, había días que ni eso". Poco a poco las cosas fueron cambiando: "el día que logramos hacer una caja de 80 euros salimos a celebrarlo", recuerda David con una sonrisa.


Fue cuando ya estaban establecidos y con una clientela fija que tuvieron que tomar la decisión de cambiar de local: "fue una decisión muy difícil pero no teníamos otra opción". Esto les obligó a volver a comenzar "hay muchos clientes que han venido al nuevo local pero todavía después de varios meses siguen llegando clientes que nos habían perdido la pista".


Lo que es cierto es que quien va repite y no solo por la comida. El buen ambiente, precios asequibles y el exquisito trato al cliente son piedras angulares de un restaurante que busca ofrecer el mejor servicio y sorprender a los comensales con pequeños gestos.


Su próxima iniciativa será el día 15 de septiembre. Coincidiendo con esta fecha tan emblemática para los mexicanos, el día del Grito de la Independencia, ofrecerán a los clientes un combinado de tequila y a quien acuda con el mejor traje regional o disfraz de la revolución se le premiará con una botella de tequila.

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