¿Está perdiendo Rajoy el control de su partido al volcarse en el Gobierno?

El problema del llamado 'caso Bolinaga' ya lo conocen: el núcleo duro del PP, el más arrimado a la derecha, representado por dirigentes como Jaime Mayor-Oreja o Esperanza Aguirre, ha mostrado enérgica y públicamente su contrariedad contra el hecho de que el Ministerio del Interior estuviera facilitando la concesión del tercer grado penitenciario al preso de ETA Uribetxeberria Bolinaga. Exigieron una rectificación al Gobierno, eso sí, es cierto, sin nombrar a Mariano Rajoy.

Pero más dura fue la postura de Gallardón en el caso. Como ministro de Justicia sí que defendió la gestión de su compañero en Interior, Jorge Fernández Díaz, pero tampoco tuvo problemas para reconocer que estaba en la línea de la postura de la Fiscalía, que ha revisado la decisión del juez penitenciario que concedió ese tercer grado a Bolinaga.

Pero ya ha habido diferencias en el lado del PP. Con los recortes presupuestarios autonómicos, algunos presidentes regionales reconocieron que necesitaban más manga ancha para cumplir con los objetivos de déficit impuestos por el titular del Ministerio de Hacienda, Cristóbal Montoro. Lo mismo ocurrió con los recortes en Sanidad: algunas regiones gobernadas por el PP, como Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, La Rioja, Castilla y León, Baleares y Murcia, plantaron cara a la imposición de recortes, que por ejemplo plantean no atender a 'sin papeles'.

Esa grave fracción y choque con los criterios que el Gobierno nacional del PP quiere imponer a sus regiones también han estado presentes en otros asuntos, como las cuentas públicas. Por ejemplo, Aguirre, la llamada 'lideresa nacional' del PP y crítica con la gestión de Rajoy, no perdona que desde el Ejecutivo central se asegure que el déficit de la región es mayor que el oficial presentado por el gobierno ragional.

Tampoco es un secreto que Aguirre no perdona a Rajoy el hecho de que ella fuera quien liderara en su día la campaña contra la subida del IVA que acometió Zapatero cuando era presidente, y que ahora haya tenido que 'comerse' esta nueva subida, haciendo daño a su imagen por incumplir esa palabra dada ante sus votantes.

Es justo el IVA el motivo de la última 'insurrección' en el PP. La ha protagonizado, como saben, el presidente extremeño, el 'popular' José Antonio Monago. El presidente de esta autonomía se niega a subir el IVA en el mundo de la cultura y los espectáculos porque los considera vitales para la economía de su comunidad, y querría mantener ese impuesto en la tasa del 13%, y no del 21% que la última reforma ha impuesto desde Madrid.

Pero Hacienda está de uñas, demostrando que el ministro Montoro es el más 'odiado' por sus compañeros de partido. El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha advertido al Gobierno de Extremadura que su propuesta es "incompatible con la normativa de ayudas del Estado", en una clara advertencia seria para evitar más rebeliones. El ministerio de Montoro advierte a Monago que "cualquier política del Gobierno de la Junta que tenga impacto en los ingresos o gastos del sector público deberá ser compatible con el objetivo de estabilidad presupuestaria, y encontrarse en el marco de los compromisos anunciados en el Plan Económico Financiero, aprobado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado 17 de mayo".

¿Cuál o cuáles serán las próximas insurrecciones que sufrirá Mariano Rajoy, ahora volcado en otros menesteres más importantes? Muchos ya piensan en la imagen de Alejandro Magno, como el de tantos líderes de la Historia, que volcados en metas más elevadas no supieron gobernar a su propio pueblo y sus bases, provocando una rebelión desde dentro y la posterior caída. Eso explicaría por qué mantiene Rajoy a Dolores de Cospedal como secretaria general. El gallego confía en la actual presidenta de Castilla-La Mancha para mantener a su gente al frente de Génova, que se completaría con el traspaso de competencias para Javier Arenas, quien volvería a Madrid tras su nuevo 'fracaso' en Andalucía. Rajoy necesita a su bloque de confianza para mantener el poder en casa...


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