Además, ha solicitado una reunión con la titular de Agricultura del Gobierno de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, con el fin de trasladarle la verdadera situación por la que pasan día tras días los ganaderos de la comunidad autónoma, según ha informado este colectivo en nota de prensa.
Según UPA, "se necesita una apuesta decidida por este sector" para que no desaparezca, por los que uno de los temas fundamentales de la reunión será la situación en la que quedan las ayudas a los agricultores y ganaderos ecológicos para la próxima campaña, último año de compromisos del actual Plan de Desarrollo Rural.
En este sentido, también existe cierta preocupación por parte de los responsables de UPA debido al futuro desarrollo del nuevo Plan de Desarrollo Rural para el período 2014-2020 y sobre el modo en el que se va a enlazar con el vigente.
Asimismo, se pretende analizar con la consejera la situación en la que se encuentran los pagos pendientes a agricultores y ganaderos, las políticas para fomentar la incorporación de jóvenes al sector, planes de mejora y las ayudas a razas autóctonas, entre otras cuestiones importantes.
La ganadería pasa por "un mal momento"
Para la organización agraria, éste es "un mal momento" para el sector de la ganadería en Castilla-La Mancha, ya que está pasando por "una delicada situación".
El fuerte incremento de los costes de producción de los últimos meses, con la subida del precio de los piensos, la energía y el resto de materias primas procedentes de la producción agrícola "han situado al sector ganadero de la región en una situación de verdadero SOS", aseguran desde la organización.
Además, la climatología "no ha ayudado nada" a que esta situación mejore, pues según UPA, este ha sido "uno de los años más secos del último siglo, con un invierno con menos precipitación de los últimos 60 años, que ha provocado una falta de pasto que los ganaderos de extensivo han tenido que compensar con aportaciones de pienso".
Durante la primavera, las lluvias solo han sido testimoniales, permitiendo una media cosecha de cereales y leguminosas, sin apenas pasto que aprovechar. "Además, hemos sufrido uno de los veranos más calurosos, con varias semanas donde hemos tenido que soportar temperaturas propias del desierto", han concluido desde UPA.
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