Desencuentro en Moncloa

Primero en catalán y luego en castellano, Artur Mas confirmó el ambiente de desencuentro. "El pacto fiscal no tiene margen ni tiene recorrido", aseveró el Presidente de la Generalitat después de dos horas en Moncloa en las que con corrección el Presidente Mariano Rajoy le dejó claro, sin resquicio para interpretaciones, que el Pacto Fiscal ni ahora ni más adelante va a ser posible. Se confirma así lo que ya se preveía y que con toda seguridad, el propio Más lo sabia o lo debía saber.

   En la rueda de prensa celebrada en la sede de la Generalitat en Madrid _no quiso utilizar el recinto de Moncloa_ no desveló sus planes, pero sí emplazó a la opinión pública catalana y española a la próxima semana que es cuando se celebrara en el Parlamento de Cataluña, el debate de política general. Mas si ha avanzado que se tomaran decisiones importantes para Cataluña y España después de que ayer se hubiera perdido una oportunidad importante.

   Ya al llegar a Moncloa, el gesto de Mas era una pizca contraído, justamente educado pero nada más. Rajoy si le recibió a pie de escalera y con una cierta sonrisa. Ambos se sabían a si mismos sin margen para que el encuentro fuera considerado un éxito. Ni hay ni habrá Pacto Fiscal y en esto hay acuerdo entre PP y PSOE que, sin embargo, abogan por una reflexión amplia sobre el modelo de financiación.

   Ahora ha llegado el momento de Mas. Ha llegado el momento de que el Gobierno de la Generalitat y CiU tomen decisiones y diseñen la estrategia a seguir cuando es ya un hecho que la reivindicación del Pacto Fiscal no se va a ver satisfecha. Ayer no quiso ir más allá, pero todo apunta a que, efectivamente, a lo largo de la próxima semana habrá noticias importantes y sin duda arriesgadas, máxime cuando el propio Mas ha llegado también a la conclusión de que no se quiere releer la Constitución en "términos más abiertos". No pronunció el termino "independencia" pero si afirmó que ninguna Constitución puede ahogar la voluntad de un pueblo.

   El Presidente de la Generalitat reconoció que ayer se había producido un punto de inflexión, un antes y un después trascendente que, sin duda, tendrá consecuencias. Más tuvo cuidado en no adelantar acontecimientos, pero todo indica que podemos estar asistiendo al ultimo tramo de la legislatura catalana. ¿En estas condiciones es realista pensar que el PP va a apoyar los próximos presupuestos de Mas?. Habrá que estar muy atentos a Cataluña pero Artur Mas tiene razón: se ha producido un punto de inflexión que se inició en Cataluña alentando los sentimientos identitarios para hablar de dinero y que ha continuado en Madrid pretendiendo un pacto que de antemano se sabia imposible.

   La responsabilidad del Gobierno catalán y de CiU es de alto voltaje y ojalá me equivoque pero ayer todo olía a ruptura; civilizada, pacifica, pero ruptura a fin de cuentas y si eso se llegara a producir nadie, absolutamente nadie gana nada y todos, catalanes, incluidos, perderíamos y mucho y algo más importante que el dinero. Perderíamos lo que hemos sido desde siempre y lo que deberíamos ser siempre: una gran casa en la que hay habitaciones para todos. Pero no. Ayer el aroma era justamente el contrario.