Increíble, pero cierto. La organización de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, la Seminci, está acusando tanto la crisis económica que intenta sacar dinero de debajo de las piedras. Tanto es así que una de las ideas rocambolescas que está sobre la mesa es precisaente la de cobrar a la prensa 30 euros por asistir al evento a hacer su trabajo: informar a la opinión pública.
A pesar de que han surgido otras propuestas alternativas como la del socialista Óscar Puente que apostaba por una confirmación de asistencia rigurosa y vender las entradas sobrantes, el Consejo Rector las ha desestimado, tal y como informa EP. Tal y como denuncia el PSOE en esta 57 edición ni siquiera se alcanzará la cifra originalmente presupuestada de 2,4 millones de euros de aportación pública, sino que se quedará en 2 millones, una cifra bastante inferior a los 3,5 millones aportados en 2009, ya en plena crisis. Y quienes terminarán pagando el pato injustamente serán los medios de comunicación, a los que se les ponen trabas para ejercer su función. Flaco favor al festival.
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