Unos doscientos empleados públicos y delegados sindicales de
CSI·F, a los que se han sumado otros de CC.OO, UGT y la Intersindical, han
participado este viernes en la ya tradicional concentración de los viernes, ante el
edificio de la Seguridad Social en Ciudad Real, que desde el mes de julio llevan
celebrando un grupo de sus empleados y
el sindicato CSI·F para protestar contra los recortes a los empleados públicos.
Con notable buen humor se han coreado tradicionales frases
como "No hay pan para tanto chorizo" o "el próximo parado que sea un diputado",
junto a otras nuevas como "No es una crisis, es una estafa", e incluso se ha
ensayado un villancico que alude a las carencias de los funcionarios en la
próxima Navidad, que van a sustituir el cava por Don Simón y gaseosa, ante la falta
de paga extra.
Los concentrados han regresado a sus puestos de trabajo
haciendo una improvisada manifestación por las aceras y pasos de cebra y para el
próximo viernes se ha pedido que acudan con panderetas y zambombas.