www.diariocritico.com

Historias ejemplares

Jesús Quintanilla, emprendiendo con un par de narices

Jesús Quintanilla, emprendiendo con un par de narices
lunes 22 de octubre de 2012, 10:54h
La idea de estos jóvenes emprendedores surgió como el argumento de una película. El destino jugó con ellos, les juntó y les separó, pero al final consiguió unirles. Ellos se definen como 'Nariz', porque tiene olfato para hacer de sus proyectos éxitos.
"Somos nariz, un estudio de diseño y comunicación ubicado entre Barcelona y Córdoba. Dicen que si Cleopatra hubiera tenido una nariz más corta, habría cambiado la faz del mundo. Lo dijo Blaise Pascal. Nosotros no aspiramos a tanto, pero nuestro trabajo puede mejorar muchas cosas", así se definen estos cuatro emprendedores

Cuenta que su unión fue como el argumento de una película, en concreto la película "Antes del amanecer de Richard Linklater, los dos protagonistas se encuentran en una ciudad, pasean durante toda la noche, congenian, se enamoran y finalmente se separan. Todo da lugar a una segunda parte, Antes del atardecer, donde los dos protagonistas se vuelven a reencontrar en otra ciudad y vuelve a surgir el amor." A los cuatro que forman el estudio nariz les ocurrió lo mismo, pero a nivel laboral. Se conocieron y trabajaron juntos en Córdoba, todo marchó bien, pero los caminos se bifurcaron. Al cabo de los años se volvieron a encontrar en Barcelona y fue entonces cuando decidieron crear nariz.

Han parido a esta criatura con ilusión, que nunca está de más, y porque creen en lo que hacen, "en realidad, emprender no es algo épico ni romántico, se trata sencillamente de trabajar en aquello que haces bien". En su caso, se juntaron un diseñador y tipógrafo, una desarrolladora, una ilustradora y un periodista para crear proyectos de comunicación, desarrollar trabajos de identidad corporativa y editoriales, desde el papel hasta el soporte web.

"También ideamos y llevamos a cabo proyectos propios que distribuimos de forma independiente". Una empresa creativa puede trabajar para los demás, pero ese impulso creativo le lleva a crear sus propias iniciativas. Esta manera de trabajar también es una declaración de intenciones. No se van a quedar esperando. Ofrecen servicios a empresas pero también han abierto una pequeña editorial donde autogestionar sus proyectos, que distribuyen por librerías o venden a través de su tienda online.

Parece que los italianos y los españoles, sobre todo los andaluces, solo se reúnen en los chistes, pero en este caso también se han unido para trabajar. Giuseppe, italiano de la Puglia, diseñador y apasionado de la tipografía marchó para Córdoba donde trabajó con Nuria, diseñadora e ilustradora, y con Minerva, desarrolladora. Unos años más tarde, Nuria se marchó a Barcelona con Jesús, el cuarto del grupo, encargado de la comunicación y de los contenidos. Más adelante fue Giuseppe el que se marchó a Barcelona. Haciendo recuento: Giuseppe, Nuria y Jesús estaban en Barcelona, y Minerva se quedó en Córdoba, así que se tendió un puente entre ambas ciudades y comenzó la empresa.

A veces es difícil explicar en qué consiste un estudio de diseño y comunicación. No se reduce a dibujar un logo o diseñar una web. "Nos gusta dedicar una atención especial a nuestro trabajo y volcarnos en cada proyecto con cierta pasión artesanal. Estamos atentos a las necesidades que se nos plantean y tratamos de mejorar la imagen y la comunicación de una empresa ante la sociedad. Ayudamos a conseguir una imagen coherente con sus propios valores y al mismo tiempo eficaz, lo que le permite posicionarse en el mercado aportando diferenciación", puntualiza la 'nariz' visible, Jesús.

Hace unos meses les surgió una pequeña idea a raíz de uno de los dos libros ilustrados que han autoeditado, "creamos una campaña de crowdfunding a través de Verkami y en cuarenta días lo habíamos financiado. El crowdfunding consiste en tejer una red de pequeños mecenas que te ayudan a producir un proyecto". Es una especie de pre-venta, te pagan para que puedas producir y después le das algo a cambio de lo que haya aportado. Como hacen los partidos políticos con los bancos y las grandes empresas, pero con la gente de a pie.

El primer problema con el que se encontraron fue la falta de inversión y de confianza en la comunicación y, más concretamente, en el diseño. Es difícil transmitir su importancia y sobre todo justificar su precio. "Más de una vez hemos pensado en regalar ladrillos o melones en recuerdo del servicio prestado, algo que puedas tocar y te recuerde por qué has pagado dicho dinero".

Por otro lado, para emprender un proyecto se requiere inversión y, cuando los cuatro socios no pasan de los treinta años, todo son trabas. Es la pescadilla que se muerde la cola. Tienes que pedir un crédito pero los bancos son muy reticentes y, por otro lado, en época de crisis es más fácil que un proyecto se venga abajo, corres más riesgos al pedir un crédito.

"Cuesta creer que la mejor medida para solventar el creciente desempleo y el cierre de empresas pase por subir el Iva y la cotización a la Seguridad Social. Esas medidas, entre otras cosas, reducen la capacidad de contratación sobre todo para gente joven como nosotros. Ahora uno se lo piensa dos o más veces a la hora de contratar a alguien o invertir en un proyecto. No se pueden tomar riesgos y no se fomenta la inversión, es más difícil", nos deja su última reflexión, con unpar de narices.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios