La obra de Juan Madrid se representa en la sala madrileña Kubik Fabrik
Teatro de Malta sube a escena los inquietantes 'Viejos amores' de un asesino
miércoles 31 de octubre de 2012, 09:18h
Teatro. Puro teatro con los espectadores a un palmo de los personajes. Es lo que ofrece desde este jueves la polivalente y vanguardista sala Kubik Fabrik con la más que inquietante, a la vez que real, adaptación de la novela 'Viejos amores', de Juan Madrid. Con un montaje de la veterana y prestigiosa compañía Teatro de Malta que dirige Marta Torres.
Viejos amores. Casi nada. Pero a pesar del título, que fue uno de los habituales éxitos de crítica y venta del novelista Juan Madrid, la historia, amén de real, es dura, muy dura. Porque el personaje protagonista, José Fernando Ruiz en la ficción, está basado en José Antonio Rodríguez Vega, un asesino y violador en serie que fue triste e impactante noticia en la década de los ochenta.
Una historia esta a la que Juan Madrid agregó otros personajes y una alta cantidad de intriga con la estructuración casi en su totalidad de una
serie de interrogatorios que un juez de instrucción hace a este asesino. Y también en una sucesión de entrevistas que un escritor realiza al criminal con
el objetivo de hacer un libro sobre su vida. Ambas series de encuentros se
producen en la cárcel. En las entrevistas, el preso cuenta al escritor
su duro pasado, lleno de brutales delitos, que vamos conociendo horrorizados.
De nave industrial a sala pluricultural
Ahora, en el montaje de Marta Torres, sus cuatro actorazos, Delfín Caset, Gerardo Quintana, Sol López y Antonio Sarrió, se nos muestran en un espacio escénico versátil, una iluminación, un
espacio sonoro y unas proyecciones tan inquietantes como la propia
historia, másun vestuario que pone el contrapunto cotidiano a tantos
hechos extraordinarios que parecieran irreales, son el punto de partida
de una puesta en escena en la que la realidad y la imaginación del
personaje principal se confunden.
Y de todo ello viene las preguntas que se hacen los espectadores, entre los que prácticamente se desarrolla la obra en esta sala de Usera -una antigua nave industrial recuperada para el arte de Talía y muchas cosas más- desde este jueves: ¿Dónde empieza la realidad de los
hechos que podrían explicar los terribles asesinatos y violaciones
cometidos por el protagonista? ¿Dónde acaba esa realidad y comienza la
invención de una mente capaz de crear esos recuerdos? Y la respuesta no está en el viento 'dylaniano, sino que queda al criterio de cada espectador.