viernes 02 de noviembre de 2012, 07:28h
El
Gobierno italiano acaba de aprobar una la ley que reduce el número de
provincias del país de 86 a 51 a partir de 2014 con el objetivo de ahorrar
gastos al Estado.
¿Se imaginan
ustedes que el Gobierno español sacara adelante una ley para fusionar Valladolid con
Palencia, Burgos con Soria, Granada con Almería, Cuenca con Guadalajara y así
hasta reducir el número de provincias a la mitad? La gente saldría a la calle a protestar y no
pararía hasta derrocar al gobierno.
Sin
embargo, los italianos, que hace unos años estaban gobernados por el corrupto
Berlusconi, han dado un giro radical, y
están luchando contra la crisis de la mejor forma: Ahorrando, suprimiendo gastos excesivos, evitando
duplicidades y cargos que no vienen a cuento.
Nosotros
tenemos una administración pública con sobrepeso, que gasta lo que no está en
los papeles, pero en vez de meter en serio la tijera en ese despilfarro,
aumentamos impuestos y recortamos prestaciones sociales. Nos comportamos como
aquel obseso que en vez de ponerse a dieta, intenta adelgazar tomando el café
con sacarina.
Los
italianos están por la labor y se han aplicado el refrán: A grandes males, grandes remedios. Nosotros, como somos
maestros de la chapuza, preferimos este otro: A grandes males grandes remiendos.