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La quinta generación

La quinta generación

lunes 12 de noviembre de 2012, 11:28h
Con una tasa de crecimiento que no alcanza el 8% y que es la menor en más de una década, comenzaba la semana pasada en Pekín el relevo de la cuarta generación de líderes comunistas chinos, proceso que culminará con el acceso a la presidencia del país el próximo marzo de un nuevo líder, que como paso previo se convierte esta semana en el nuevo secretario general del PCCh. Cuando la cuarta generación asumió el poder en 2002, la economía producía 1,5 billones de dólares. Siete años después la producción casi se cuadriplicaba superando los 5 billones, lo mismo que el PIB per cápita que en 2002 apenas superaba los 1.100 dólares. En ocho años, el salario medio de un trabajador se había más que duplicado, y cuando en 2008-2009 la crisis financiera afectó con fuerza a las economías desarrolladas China superó a Japón y pasó a ocupar el segundo puesto entre las economías de mayor tamaño del planeta. De abastecerse internamente de las 3/4 partes de sus necesidades de petróleo y ser un modesto exportador de gas en 2002, pasa en 2009 a importar más la mitad del petróleo que consume, y a ser importador de gas y carbón.

La quinta generación de líderes que ahora inicia su acceso al poder hereda un país cuantitativamente muy diferente, pero que en opinión de muchos expertos apenas ha cambiado en cuanto a la naturaleza de sus problemas de 2002, salvo en su escala. La corrupción, la ineficiencia, la desigualdad, ya estaban presentes entonces, pero su escala hacían que su tratamiento fuese entonces algo manejable a condición de que su estatus de fábrica del mundo en base a bajos costes de insumos y salarios se mantuviesen intactos. La generación que asume el poder se encuentra ahora con una clase media urbana de más de 300 millones de personas estrechamente conectada a través de redes sociales (Weibo no existía hasta 2009), en medio de un proceso de desaceleración económica mundial y ante el fin del ciclo basado en la producción a bajo coste y en la exportación concentrada en las regiones próximas a la costa.

La China de la quinta generación de líderes no tendrá que hacer frente a su calificación como "manipulador de la divisa" con que el candidato republicano a la presidencia de EEUU. había amenazado, pero tendrá que afrontar la forma en como reduce su dependencia del ritmo de demanda de los países desarrollados, de los que es al mismo tiempo proveedor y rehén, en medio de un proceso de incremento de costes que con su fuerte demanda ellos mismos alimentan, y que reduce la ventaja comparativa de los salarios. Relacionado con ello, China tendrá que hacer frente a una manifiesta división de un país que separa a su población rural de 900 millones de personas, de los 400 millones que viven en las económicamente más desarrolladas regiones costeras. Las exigencias de equilibrio en el reparto de riqueza, y por lo tanto la amenaza de conflictos sociales no va a disminuir por el hecho de que la economía reduzca su ritmo de expansión a tenor de una menor demanda externa. A ello hay que añadir que su mayor protagonismo en la política mundial, exige que el país respete los tratados que le comprometen con la propiedad intelectual y otras normas de comercio internacional, y lo que más viene al caso aquí, que incremente el valor de su divisa.

José Manuel Pazos

Analista y consultor

Consejero Delegado del Grupo Omega Financial Partners. Es economista, MBA por la IE Bussiness School y en Estrategia Internacional por la London Business School. Formado en el Chicago Mercantil Exchange, es experto en Options Risk Management por O´Connell & Piper de Chicago. Conferenciante y profesor de derivados financieros y divisas en diversos programas Master. Además, dirige los Comités de Riesgo de compañías de múltiples sectores de actividad, siendo miembro de varios Consejos de Administración. Ha sido contertulio habitual de emisoras de radio, miembro del equipo editorial de diversos diarios

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