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El expresidente de la entidad 'sin pelos en la lengua'

Moltó responsabiliza a los consejeros del PP y al Banco de España de la intervención de CCM

Moltó responsabiliza a los consejeros del PP y al Banco de España de la intervención de CCM

martes 27 de noviembre de 2012, 13:12h

El expresidente de Caja Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, ha responsabilizado este martes a los consejeros 'populares' de Caja Castilla-La Mancha y al Banco de España del progresivo deterioro de las cuentas de la entidad, que condujo a su intervención en 2009, y ha defendido que durante el último año de su gestión la entidad tuvo incluso beneficios.

 En su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso para informar sobre la reestructuración bancaria y el sistema financiero, Juan Pedro Hernández Moltó ha comenzado por expresar su satisfacción por poder dar su opinión sobre lo ocurrido "por primera vez en cuatro años", tiempo durante el cual ha "asistido con cierta impotencia a un apaleamiento público, plagado de falsedades, insidias y calumnias".

   Así, ha comenzado por describir el escenario general en que se situaba la caja en aquel momento: era una entidad "en crecimiento, saneamiento y consolidación progresiva" que acabó por convertirse en marzo de 2009 en la primera entidad intervenida en el país.

"Un ataque" a la reputación de la caja

   "¿Cómo se llegó a esa situación? Yo tengo mis propias respuestas, muy reflexionadas, porque este año me ha dado tiempo a pensar y sufrir mucho", ha añadido Moltó, apuntando que el inicio del "calvario financiero y reputacional" de CCM comenzó con una noticia "surgida en una empresa de Los Yébenes, propiedad de un conocido político del PP", que "aseguraba la quiebra cierta" de la caja.

   Este "ataque" causó "pánico" en una zona "muy escarmentada" por escándalos como el de Fórum-Afinsa, con lo que la entidad perdió unos 3.000 millones de euros "sin que ninguna administración saliera al paso de lo que entonces aparecía en algunos medios de comunicación, que eran difamaciones y tergiversaciones", ha insistido.

    Así, la campaña mediática de descrédito contra CCM condujo a "un problema insalvable, según el Banco de España, de liquidez, que no de solvencia". "Nunca jamás ha tenido lugar en España un ataque a la confianza y la reputación de una entidad de crédito como la de CCM en 2008. Me quedará siempre la duda de cuál era el objetivo final de la campaña", ha añadido.

La dimisión "organizada" de los consejeros del PP

   El siguiente paso en el proceso fue la "dimisión organizada de un bloque de consejeros, todos militantes del PP", que se produjo "apelando a distintas razones pero todas, en términos generales, manifestando un nivel de descontento por una supuesta falta de información que nunca solicitaron".

   "Dudo de que fuera ése el motivo, porque jamás manifestaron ninguna insatisfacción, igual que me caben dudas de que fuera por iniciativa propia", ha opinado Moltó, quien ha hecho mucho hincapié en que en la caja había un "altísimo nivel de información a todos los órganos de Gobierno" y que "nunca ningún consejero u órgano solicitó información alguna que no fuera puntualmente atendida". 

De hecho, ha recordado que tanto la reelección del Consejo de Administración como todas las decisiones adoptadas fueron respaldados por "unanimidad".

   Sin embargo, la dimisión en bloque de los 'populares' llevó a la agencia de 'rating' Fitch a "rebajar la calificación de la caja por su inestabilidad institucional a 'bono basura', lo que aceleró e incrementó el problema de liquidez".

   El tercer condicionante en todo este proceso fueron los "obstáculos permanentes" a la fusión de CCM con Unicaja, que "finalmente no fue posible por un desacuerdo en la negociación con el Banco de España para la aportación al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de 1.300 millones solicitados por Unicaja frente a los 800 millones ofrecidos por el Banco, dándose la circunstancia de que fueron 1.300 millones lo que determinó la compra definitiva de CajaSur".

   "No puedo dejar de pensar que si se hubiera realizado en ese momento la operación con la caja andaluza se hubiera solucionado el problema y se hubiera iniciado una experiencia internacional que hubiera ayudado a solucionar algunos problemas posteriores de las fusiones frías (SIP)", ha opinado.

El Banco de España "tuvo una precipitación interesada"

    Además, ha señalado que el Banco de España tuvo una "precipitación interesada" en su decisión de intervenir CCM, una "caja amiga", para "ejemplarizar" y tener un gesto de "autoridad" para "crear un ambiente más dócil, perdón, más colaborador" en otras entidades, según ha dicho.

   "Si se hubiera retrasado la intervención de CCM un mes, habría sido innecesaria, porque además produjo en los siguientes meses muchos más problemas que beneficios para el sistema financiero", ha defendido, asegurando que "si los criterios de la inspección del BdE para la CCM se trasladasen a cualquier otra entidad no lo resistirían".

   Así, ha insistido en que el papel del BdE fue "determinante" porque "decidió que esa situación de falta de liquidez no podía, o no valía la pena, esperar para solucionarla, o podía interesar otro tipo de actuación". "El Banco de España creo que cometió un error, que no había motivos para intervenir porque había mecanismos para salvar esa situación, y que nadie salió al paso para intentar evitar las consecuencias", ha dicho.

"Hace falta autocrítica"

   No obstante, ha reconocido que hace falta "autocrítica" sobre los "errores de estrategia y percepción de la realidad" en los que incurrieron prácticamente todas las entidades --excesiva capacidad instalada, competencia "feroz" entre cajas, excesiva financiación mayorista, etc.-- "sin que nadie, desde dentro o fuera, manifestara" objeciones.

   "Junto a la situación que se producía internacionalmente, en España vivíamos con intensidad nuestras propias contradicciones, que generaron un estrangulamiento paulatino del sistema, con la complacencia, conocimiento y disimulo de las autoridades económicas, regulatorias y supervisoras, que hasta la total evidencia de la situación actuaron con un claro 'don tancredismo', ignorando o retrasando decisiones que hubiera sido importante acometer", ha añadido.

   Pese a los errores cometidos, la gestión de la caja se realizó con "rigor, profesionalidad y la máxima honestidad" gracias a un equipo "muy cualificado" en los órganos de dirección. "No le quepa la menor duda de que no hubo ninguna operación sin las correspondientes garantías", ha añadido, defendiendo que la CCM "jugó con las reglas de juego que había en ese momento" y sin ningún trato de favor ni presión institucional.

   "Yo no quiero exculpar ni mi comportamiento ni mi responsabilidad, pero es cierto que aquí nos hemos beneficiado todos. Sé que alguien tiene que pagar, pero aquí del sistema financiero, de los créditos, de la actividad económica se han beneficiado todos, era la lógica del sistema", ha insistido, reconociendo no obstante que pudo haber operaciones que no fueran exitosas, como en todas las entidades.

   También ha justificado que él, como presidente no ejecutivo, no tenía competencias legales para tomar determinadas decisiones, aunque ha defendido su cualificación y competencia para ocupar el cargo, lo mismo que la de los consejeros. "Probablemente me equivoqué no implicándome más en la gestión. Y cuando la ley se modifico tampoco quise hacerlo porque quizás estaba un poco influido por eso de la politización de las cajas", ha añadido.

CCM daba beneficios seis meses antes de la intervención

   Moltó también ha recordado que en su último año de Presidencia, 2007, CCM tuvo 280 millones de beneficios, se incrementaron un 18% los recursos propios, la ratio de cobertura alcanzaba el 400% y la de morosidad era de 0,49%. "Respecto a tantas informaciones parciales y filtraciones tendenciosas, la CCM tuvo una trayectoria muy satisfactoria, con los mejores resultados de su historia y cumpliendo todos criterios de solvencia", ha insistido.

   En la misma línea, la propia Inspección del Banco de España informó en junio de 2008 --apenas medio año antes de la intervención-- de que, dada la situación general del sector, el riesgo de liquidez de la entidad era "preocupante aunque gestionable" y que no se advertían "deficiencias en la estructura interna organizativa ni mecanismos de control internos ni procedimientos de consolidación contable".

   "La información que recibo como presidente es bien distinta de la que tan solo unos meses después se reelabora para justificar la intervención. Ellos sabrán", ha añadido el compareciente, reconociendo no obstante que la expansión de CCM fue "probablemente uno de los errores estratégicos" por no haber previsto que a futuro sería un problema.

   "A aquella caja le sobró ilusión y exceso de ambición", ha apostillado, alertando no obstante de que la desaparición de las cajas de ahorro con la reestructuración del sector no ha solucionado los problemas. "No pongamos a la zorra a guardar las gallinas. Como si la banca fuera un desecho de virtudes. Creo que vamos a echar de menos a las cajas, y estoy convencido de que volverán a aparecer de otra manera", ha añadido.

   Respecto a las retribuciones, ha explicado que cobraba 130.000 euros anuales "sin derecho a indemnización" y que reingresaba "cada euro" de dietas por asistir a consejos de administración de otras empresas en CCM.

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