La
Consejería de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, según informa IU, ha
concedido un permiso para la investigación de hidrocarburos no convencionales, en los términos municipales de Alhambra
(en la provincia de Ciudad Real) y Viveros, Villarrobledo, Munera, Ossa de
Montiel, El Bonillo, Lezuza y El Ballestero (en la provincia de Albacete), cuyo
promotor es Oil and Gas Capital, S.L.
La concesión se realiza por un periodo de seis años
y supone abrir las puertas de par en par a la utilización de la técnica del
fracking o fractura hidráulica en buena parte de la provincia de Albacete.
¿Qué es el fracking?
La fractura
hidráulica, o fracking, es una técnica para la extracción de gas no
convencional que, explica IU, "plantea en la actualidad importantes interrogantes", ya sea en
lo referente a las afecciones sobre la salud de las personas, ya sea en las
afecciones relacionadas con el medio natural, fundamentalmente por la
posibilidad de contaminación en los acuíferos subterráneos y, a partir de
ellos, sobre el agua superficial, dada la inyección de productos tóxicos y
contaminantes que resultan imprescindibles en esta técnica, o ya sea sobre la
seguridad en materia de riesgos geológicos, fundamentalmente relacionados con
movimientos sísmicos.
Se utiliza principalmente para la extracción del gas en
esquistos o pizarra, que se encuentra atrapado en estratos o capas a una
profundidad que puede variar entre los 400 y los 5.000 metros.
Como el gas
está distribuido en pequeñas burbujas,
no conectadas entre sí, se rompen las capas de pizarra
horizontalmente para conseguir reunir el
gas y que fluya hacia la superficie para ser recogido. Tras la perforación o
sondeo vertical, alcanzada la pizarra, se realiza una perforación horizontal
que tiene una media de 1,5 a 3 kilómetros, una vez se ha realizado la perforación
horizontal en la capa de pizarra se utilizan explosivos para provocar pequeñas
fracturas. Una vez provocadas estas fracturas se inyectan, por etapas, miles de
toneladas de agua a muy alta presión, mezclados con arena y aditivos químicos.
El agua a presión fractura la roca liberando el gas que luego, junto con el
agua, la arena y los aditivos retorna a la superficie (retorna entre un 15 y un
80% del fluido inyectado). El pozo se fractura a lo largo de entre 8 y 12
etapas, con lo cual el conducto sufre unos cambios de presión muy grandes con
el consiguiente peligro de quiebra del revestimiento de cemento.
Entre los
aditivos químicos utilizados se encuentran benzenos, xilenos ó cianuros, hasta
llegar a unas 500 sustancias químicas, muchas de ellas cancerígenas, mutagénas,
y con otras propiedades altamente preocupantes. El fluido de retorno también
trae a la superficie otras sustancias que pueden contener las capas de pizarra.
Es muy común que estas rocas contengan sustancias muy peligrosas, tales como
metales pesados (mercurio, plomo...), radón, radio o uranio, y otros elementos
radiactivos que llegan a la superficie.
Instituciones
independientes han puesto sobre la mesa, a partir de recientes estudios
elaborados, los riesgos que puede generar la utilización de esta técnica. En este
sentido, en junio de 2011, la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y
Seguridad del Parlamento Europeo publicó un informe en el que se planteaban
interrogantes sobre el uso de la fractura hidráulica como técnica de
investigación y extracción de gas, cuestión esta que motivó que diversos
Estados de la Unión Europea llevaran a cabo una moratoria.
En estos momentos
Francia y Alemania ya han prohibido el uso de esta técnica por los riesgos tan
graves que puede llegar a acarrear, como contaminación del agua subterránea y de superficie, dificultad de la
gestión de residuos, uso excesivo de agua, emisiones de gases de efecto invernadero
(metano y CO2), riesgos químicos y una serie de impactos locales añadidos a las
poblaciones afectadas.
" Se impone por tanto el principio de precaución
dados los gravísimos riesgos asociados al posterior uso del combustible", señala la formación política.
"Riesgos" para la provincia de Albacete
Todos estos "riesgos", dice IU, son aplicables a la zona de la
provincia de Albacete, donde se pretende hacer la investigación y posterior explotación,
ya que afecta a poblaciones agrícolas y ganaderas y todas ellas se abastecen de agua potable
subterránea.
Además
afecta, aseguran, a zonas a las Lagunas de Ruidera, la Laguna de los Ojos de Villaverde, tre
otras zonas protegidas, y a importantes acuíferos subterráneos.
Cantabria ha prohibido esta práctica
En el resto de España, el Gobierno de Cantabria del PP ha preparado un
anteproyecto de Ley que prohíbe el fracking y anula los permisos concedidos.
Por su parte, las Cortes de Aragón han aprobado recientemente, por unanimidad,
una proposición por la que se insta a declarar a Aragón territorio libre
de fracking.
IU considera que existe "preocupación social existente" que se causaría un "daño irreparable" y que se daría lugar a "riesgos" tras la puesta en marcha de la extracción de gas no convencional
mediante esta técnica, en especial "en la seguridad sobre la salud de las
personas, en los medios de vida de la gente del campo y sobre el rico patrimonio natural existente".
Por eso piden al Gobierno regional la "prohibición
inmediata de la utilización de la
fractura hidráulica, o fracking, en todo el ámbito de la Comunidad Autónoma". Además, de la "paralización y anulación de los permisos, autorizaciones,
licencias o cualquier otro título habilitante de la actividad prohibida que ya
hubieran sido concedidos".