Cada
día está más claro: el ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro, no podrá
presentar a finales de año un déficit del 6,3 % del PIB, tal y como está
pactado con Bruselas. Aunque el Gobierno de Rajoy ha apretado el acelerador
incumpliendo absolutamente todas sus promesas electorales y rompiendo su
palabra de honor, la desviación de las autonomías hará que el déficit global se
sitúe, en el mejor de los casos, en el 7 %.
Ese
incumplimiento y esa cifra la venían insinuando desde hacía meses algunos
responsables políticos y económicos -
este diario e-Xclusivo ya lo avanzó en
diversas ocasiones,
por primera vez el 17 de octubre-, pero ahora es cuando se
acepta de manera más o menos oficial.
La
culpa, según el Gobierno, es de determinadas autonomías, que debían ajustarse a
un déficit del 1,5 % y que se lo han saltado a la torera: Cataluña (1,56 %); Murcia
(2,23 %); Andalucía (1,63 %), o Comunidad Valenciana (1,6 %).
Debido
a este incumplimiento, y a las amenazas directas del presidente en funciones de
la
Generalitat,
Artur Mas, declarándose 'insumiso' respecto al déficit que fija
el Estado para Cataluña, Montoro ha ordenado poner en marcha la ley de
estabilidad presupuestaria, que puede acabar, incluso, con la intervención de
las autonomías que no cumplan los objetivos. La desviación la conoceremos la
próxima semana, según ha adelantó el ministro de Hacienda en la recepción con
motivo del Día de la Constitución.
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