Cientos de personas se han visto afectadas este jueves por los
sabotajes a cinco trenes de las líneas 8, 5 y 3 de Metro de Madrid entre
las 18.30 y las 19.30 horas, poco después de que
arrancaran los paros convocados por los sindicatos.
Los hechos se han producido en un tren de la línea 8; tres, de la línea 5
y uno de la línea 3 en la estación de Callao. Todos ellos se han
saldado sin heridos, aunque el Samur ha tenido que atender a 14 personas por crisis de ansiedad en la estación de Nuevos Ministerios.
Precisamente entre esta parada y la de Colombia, en la línea 8 de Metro, ha tenido lugar el sabotaje más importante. Unos 600 pasajeros han permanecido encerrados durante cerca de una hora en el interior del túnel después de que alguien activara varias veces el freno de emergencia de uno de los vagones. Los autores del sabotaje boicotearon las cámaras para
impedir que las imágenes del interior de los vagones se vieran en
tiempo real, por lo que el centro de control de Metro deberá buscar las grabaciones para localizar a los autores, según han explicado fuentes del suburbano.
La Policía tuvo desplazarse en otro tren hasta el lugar donde se
encontraba paralizado el convoy y, tras colocar ambos vehículos en
paralelo, fueron rescatando a los pasajeros, que fueron
trasladados a la estación de Colombia, en la que varias dotaciones del
Samur-Protección Civil aguardaban a la salida.
Los atendidos presentaban cuadros de ansiedad de
carácter leve y no requirieron traslado hospitalario, por lo que fueron
dados de alta en las mismas instalaciones de la estación. Un total de 6.000 usuarios de
la línea 8 se han visto afectados por las demoras y la interrupción
temporal del servicio, que quedaba normalizado poco después de las 20.00
horas, según informaba el suburbano en su cuenta en Twitter.
El mismo 'modus operandi'
de activación del freno de emergencia se utilizó en los incidentes
registrados en la línea 3 a la altura de Callao. Asimismo, se sabotearon
tres trenes de la línea 5 de Metro de Madrid. En este caso los autores "vandalizaron la llave de apertura
de las puertas", de manera que el conductor no pudiera activar la llave
para poner el tren en marcha en sentido contrario, según fuentes de
Metro.
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